La derrota en segunda ronda de Wimbledon de Rafael Nadal es una clarinada de alerta para él y su equipo. Ya en mitad de temporada no es válido escudarse en la falta de ritmo producto de la para por lesión del año pasado. Tiempo suficiente ha tenido para "recobrar sensaciones" y mostrar el nivel al que nos tenía acostumbrados. Pero eso parece imposible en lo que queda de la temporada 2015.
"Cuando llegue el día en el que lo que estoy haciendo no me motive buscaré otras cosas que hacer. A día de hoy, ese no es el caso. Tengo la motivación personal de hacer algo y voy a luchar por ello", declaró luego de su derrota el español descartando un posible retiro. Si bien la motivación según sus declaraciones está intacta y ofrece seguir trabajando para salir de esa situación, la pregunta válida es ¿Que cambios debe hacer?
Muchos entendidos dicen que el juego de Nadal y sobre todo su drive ha dejado de hacer suficiente daño. Otros que ha perdido confianza en situaciones límite (Algo que él también ha reconocido) pero en lo que coinciden la mayoría, incluso voces autorizadas como John McEnroe es que el ex número 1 necesita nuevas ideas en el comando técnico.
El "tio Tony" el elemento crucial en lo conseguido por Rafa parece hoy no tener respuestas al momento de su sobrino. Una mirada desde afuera se impone. Es imposible creo romper ese vínculo por lo que un cambio de entrenador sería muy drástico, quizás el modelo "Novak Djokovic", con una comanda compartida, ayudaría a incluir una nueva perspectiva para el trabajo.
Hace unos meses el coach ya daba señales de preocupación al hablar de las "nuevas promesas del tenis" que gracias a las mejoras en las raquetas cada vez le pegan más duro a la bola. Ante jugadores así es indudable que Rafa va a sufrir pero está claro que con criticar no basta, hay que adaptarse a los nuevos tiempos y tratar de luchar con lo que se tiene.
Mirar a Federer es una opción, el suizo tiene clara su estrategia: jugar de una forma que le permita el menor desgaste físico y desde el año pasado le viene resultando. El español ya no puede apostar a los intercambios de golpes desgastantes, ni a esperar el error del rival. Tiene que ganar agresividad, afinar nuevamente el saque y sobre todo potenciar su fuerza mental.
El desafío es grande para Nadal, sabemos de su espíritu de lucha, pero hoy juega contra el tiempo y contra jugadores que han dado el salto de nivel. Lo que queda de la temporada deberá ser para recuperar sensaciones, el "fab four" está prácticamente descartado por este año.
El objetivo debe ser al 2016. ¿Podrá Rafa regresar? Solo él tiene la respuesta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario