En el segundo turno del día, Grigor Dimitrov (8°), que continúa afianzándose en la elite del circuito, sacó un adelante un choque muy exigente y cerrado para meterse en su segunda semifinal de Masters 1000, tras hacerlo en el anterior, en Roma. El búlgaro le ganó al sudafricano Kevin Anderson (21°), verdugo del suizo Stan Wawrinka (4º), por 5-7, 7-5 y 7-6 (6) tras casi tres horas de juego.
Dimitrov alcanzó su triunfo 38° del año, superando ya la cantidad que acumuló en 2013. Lo hizo al llevarse el 78% de lo que jugó con su primer saque y luego de sufrir 15 aces del sudafricano. El europeo, que sólo obtuvo tres puntos más que su rival, definió tres de sus nueve ocasiones de rompimiento, frente a tres de cinco por parte de Anderson.
Es clara la tendencia de que ha los argumentos tenísticos que le precedían, el búlgaro ha mejorado en consistencia y en la fuerza mental. El saque le sigue funcionando (colocó 10 aces) y la agresividad de sus variados golpes ha mejorado.
Todo esto lo tendrá que utilizar al máximo si desea salir airoso de su rival en semifinales, el francés Jo Wilfried Tsonga quien vien muy sólido y motivado por sus consecutivos triunfos sobre Novak Djokovic y Andy Murray. Será un partdio entre jugadores de estilo distinto pero que promete gran intensidad.
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