A Stan Wawrinka lo deben de querer cada vez menos en París. Con la victoria de este domingo en cuarta ronda completó en Roland Garros seis triunfos contra tenistas franceses, contra los que solo registra una derrota en este Grand Slam. Lo curioso es que cinco de esos seis choques anteriores ante galos habían demandado cinco parciales, pero esta vez se impuso en sets corridos (6-1, 6-4, 6-2).
En esta jornada fue el verdugo de Giles Simon, a quien ya había derrotado en la edición de este torneo en 2012 luego de un apasionante partido a cinco sets. Pero este domingo fue todo más sencillo. El francés solo pudo ganarle un punto por cada vez que sirvió el suizo en el primer parcial. Mientras que Wawrinka generó siete opciones de quiebre y materializó en dos ocasiones para llevarse la primera parte en 27 minutos.
Y el ritmo siguió siendo el mismo en el segundo set: un tímido local a pesar del apoyo del público y un agresivo Wawrinka, que creó cinco oportunidades de quiebre en el tercer juego. No concretó, pero dejó claro quién estaba al mando de la situación. En el siguiente servicio de Gilles Simon, el número nueve del mundo cristalizó la primera opción que tuvo y se montó en el marcador. Es cierto que cedió su saque en el octavo game, pero recuperó de inmediato la autoridad en el noveno y se llevó el parcial 6-4 tras 52 minutos de juego.
A esa altura parecía todo definido. Además, el suizo no es de dejarse alcanzar: solo dos veces en su carrera terminó perdiendo un partido de Grand Slam luego de empezar ganando los dos primeros parciales. Fue en la primera ronda del Us Open 2009 ante el ecuatoriano Nicolas Lapentti y en Roland Garros 2008 frente al chileno Fernando Gonzalez. El nivel de Stan Wawrinka este domingo no sugería ninguna debilidad ante Simon.
De hecho, el tercer parcial fue mucho más fácil de lo esperado: mantuvo su saque con comodidad y quebró en dos ocasiones para asegura su presencia en cuartos de final por cuarto Grand Slam consecutivo, por novena vez en su carrera y por segunda ocasión en Roland Garros. Una hora y 54 minutos le bastó al suizo de 30 años para volver a ser verdugo de los franceses en París.
En la siguiente ronda tendrá que enfrentarse al ganador del juego entre su compatriota Roger Federer y el francés Gael Monfils. Este duelo fue postergado para el lunes cuando el partido iba un set por lado.
ATP
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