sábado, 5 de abril de 2014

Un atrevido Kazajistán deja a Suiza sin margen de error

GINEBRA, SUIZA: Suiza tendrá que seguir trabajando hasta última hora si es que quiere superar los cuartos de final de la Davis Cup por BNP Paribas. Roger Federer y Stanislas Wawrinka se vieron sorprendidos por la pareja kazaja integrada por Aleksandr Nedovyesov y Andrey Golubev y cayeron por un resultado de 64 76 46 76. 



“La sensación es muy buena. Es como un sueño porque estamos jugando contra los suizos y en Suiza”, explicó Dias Doskarayev, capitán kazajo, respecto al buen hacer de los suyos. “Antes del partido dije a mis jugadores que los milagros existen si crees en ellos. Teníamos que jugar a muy buen nivel y con agresividad, pero a la vez necesitábamos que el equipo suizo cometiera errores.” 

“Stan ha estado nervioso y ha sentido la presión. Esto es la Copa Davis y Nedovyesov ha demostrado lidiar muy bien con ella, pero ir ganando 2-1 a Suiza no es nada de cara al domingo. Tenemos que ser realistas. Aún nos quedan dos partidos de individuales y cualquier cosa puede pasar. Tenemos que seguir motivando a nuestros jugadores”.  

Los kazajos no mostraron miedo alguno en la pista y se abalanzaron sobre los suizos desde el primer punto del partido, tal como Roger Federer pudo comprobar cuando le arrebataron el saque a las primeras de cambio. Kazajistán se aferró con uñas y dientes a esa rotura para el resto del set. Suiza apenas inquietó a los visitantes e inevitablemente llegó el momento en que Nedovyesov sirvió para llevarse el primer set. 
Con bola de set para Kazajistán y Wawrinka al resto el número 1 suizo mandó la pelota a la red con el revés. Ese golpe que tantas veces ha dibujado parábolas imposibles decepcionaba a la concurrencia presente en el pabellón Palexpo, en Génova. 

Federer y Wawrinka no volvieron la cara al partido, aunque cada vez se hacía más patente que Federer estaba asumiendo más responsabilidades en vista del mal día de Wawrinka. En el sexto juego del segundo set Suiza arrebató el saque a Golubev. Era lo que la grada necesitaba para engancharse de nuevo al partido. Los arquitectos e ingenieros de seguridad del pabellón Palexpo pueden estar satisfechos: pese a los decibelios y el ensordecedor alarido del respetable local el techo aguantó sin problemas.

Sin embargo, la ventaja de los suizos no duró en exceso. Con 5-3 a favor y sirviendo para ganar el segundo set, Wawrinka regaló su servicio con un revés que se fue muy desviado. El set terminó desembocando en el tie break y ya en él Kazajistán obtuvo un mini break a las primeras de cambio aprovechando un punto con saque de Wawrinka. Los visitantes se pusieron rápidamente con 5/2 pero Suiza se repuso y empató a 5. Con Golubev al servicio, Kazajistán se embolsó el siguiente punto, y ya con bola de set para los kazajos Federer conectó una defectuosa volea y terminó entregando el tie break y el set a los kazajos. 

“Ha sido el hombre del partido en los dos partidos, ha jugado muy bien”, dijo Federer de Golubev. “Ha estado tranquilo, sereno y confiado. Me ha impresionado y ha marcado la diferencia en el dobles”. 
Suiza se tomó un respiro con una parada para ir a vestuarios. A la vuelta, los helvéticos rompieron el saque de Nedovyesov en el quinto juego de la tercera manga; cinco juegos después ya se habían apuntado el tercer set. Federer había dado un grácil paso al frente y metido a los suizos, y por ende a la afición, en el partido. Los cánticos y botes del respetable retumbaban por las paredes del Palexpo y llegaban hasta el sistema sensorial de los jugadores.

“El ambiente fue magnífico, aunque se hizo duro caer en el dobles”, confesó Wawrinka. “Para mí ha sido positivo jugar mucho en los últimos dos días, a pesar de que han sido días difíciles, pero estoy listo y sé qué tengo que hacer para ganar”.

La euforia suiza se fue diluyendo pese al amago de recuperación vivido. Golubev y Nedovyesov salvaron un punto de partido para poner un 6-6 en el marcador y poco después Nedovyesov ganaba un punto con su saque y dispensaba un match point a los suyos. En el transcurso del siguiente punto, Golubev lanzaba la pelota a Wawrinka, y el suizo, en la red, perdía el punto y el partido. 

“No estoy excesivamente preocupado por lo que ha pasado en los últimos dos días”, explicó Federer. “Sabíamos que los kazajos venían jugando bien en la Davis Cup en los últimos años, pero ahora toca brillar y reivindicarnos. Sabemos que somos buenos y aún somos los favoritos para los dos partidos de individuales que quedan, pero no tenemos más margen de error. Somos conscientes de ello y quizá eso nos haga jugar incluso mejor. Tengo muchas ganas de que llegue mañana”. 

Por Craig Gabriel
Daviscup.com

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