En 2 horas y 55 minutos de juego, el actual número uno del mundo doblegó a un corajudo Lleyton Hewitt con parciales 6-1 6-3 4-6 6-3.
El partido arrancó con un Djokovic a todo nivel, que imponía un ritmo intenso en el juego al que su rival le costaba adaptarse. Si bien el ídolo local regaló algunos chispazos de su mejor nivel en el segundo parcial, el juego parecía inclinado para el serbio.
Fue en el tercer parcial y estando 3-0 abajo en el marcador, que la sangre de campeón afloró en el ex número uno del juego, que no solo equiparó las acciones, sino que pudo tomar el servicio de su oponente, aprovechando un declive en la efectividad del saque de Nole y así llevarse el tercer parcial. Ante la algarabía de la afición local que en todo momento apoyo a su jugador.
El cuarto parcial fue de gran intensidad, con largos intercambios de golpes en cada game. Fue en el sexto juego que Djokovic pudo nuevamente quebrarle el saque a Hewitt, lo que le imprimió una nueva dosis de confianza para terminar de sellar su pase a los cuartos de final.
A pesar de que las lesiones lo han acompañado en los últimos años y no lo han dejado mostrar todo su potencial, hoy Lleyton Hewitt demostró que cuando se juega con el corazón, se puede lograr muchas cosas y hoy el australiano se ganó la admiración de la afición tenistica mundial.
Djokovic tendrá otra dura prueba física cuando enfrente a otro gran luchador, el español David Ferrer.
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