Se lo notó cansado a Rafael Nadal en esta recta final hacia Roland Garros, su torneo preferido y el mundial de polvo de ladrillo. Y así lo evidenciaron también las estadísticas: el español no sólo venía de caer con Djokovic en la final del Masters 1000 de Madrid, cortando una racha de 37 triunfos al hilo sobre canchas lentas, sino que además perdió nuevamente un primer set, algo que le había pasado contra Roger Federer, en las semifinales de Madrid.
El primer set de hoy con este ignoto italiano de 30 años fue muy parejo y recién se definió en el tie break, en gran parte debido a la gran cantidad de errores no forzados de Rafa (21 de los 35 que tuvo en todo el partido). Sin embargo, la sorpresa se dio en el segundo, cuando Nadal estaba 3-1 arriba y de a poco se fue desinflando, permitiendo el crecimiento de Lorenzi, que entonces llegó a estar 4-3. Ese mazazo, sin embargo, le sirvió como inyección anímica al número 1 del mundo que logró llevarse la manga por un reñido 6-4 en 59 minutos.
En el tercero no tuvo fisuras, se presentó como el número uno del mundo que es y redujo a su rival a su real 148° puesto en el ranking. Con un contundente 6-0, el español se llevó el set y también el partido, ese que vio tambalearse en el inicio del partido. Consiguió seis quiebres (el 50% en este tercer set) y se metió a los octavos de final, donde enfrentará al ganador del partido entre su compatriota Feliciano López y el alemán Philipp Kohlschreiber.
Tomado de El Clarin.com
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