GIJÓN, ESPAÑA: La victoria de David Ferrer sobre John Isner por 6-7(3), 6-3, 6-4 y 6-2, ha dado a España el billete definitivo para la novena final de Copa Davis por BNP Paribas de su historia, la cuarta en los últimos cinco años, en la que se enfrentará a Argentina o la República Checa, del 16 al 18 de noviembre próximos, siempre como visitante tras haber disputado en casa las últimas cinco eliminatorias. El 3-1 sobre Estados Unidos en esta semifinal jugada en Gijón, extiende a 24 la racha de victorias consecutivas del campeón como local.
“Llevamos muchos años estando ahí arriba y manteniendo una regularidad. No va a ser fácil que sea así por mucho tiempo, por eso hemos de aprovechar el momento”, ha analizado un David Ferrer que prosigue su idilio con la competición, en la que se mantiene invicto en España y sobre tierra, con 16 victorias seguidas. “La Copa Davis se vive muy intensamente y te motiva de manera especial. Es una competición que siempre sueñas con jugar desde pequeño”.
El capitán español Álex Corretja no podía esconder su satisfacción tras asumir con éxito el reto de renovar el equipo campeón a principios de año: “Estamos muy satisfechos del trabajo realizado, de cómo hemos ido avanzando eliminatorias. Ha sido un año largo y duro a momentos, pero hemos llegado a la final y ahora lo que queremos es ganarla. No hemos remado tanto para morir en la orilla”.
Un desafío demasiado grande para Isner
El duelo de hoy entre el nº 5 mundial y el nº 10 no ha sido la “gran batalla” que aventuraba ayer el capitán español. Isner ha sembrado las dudas en los aficionados españoles al anotarse el primer set en el tie-break. El estadounidense era capaz de sobreponerse a una ruptura en el tercer juego que parecía augurar una tranquila mañana de domingo para los locales. La igualdad era máxima en la pista y también en las estadísticas, con el mismo porcentaje y la misma efectividad de primeros y segundos servicios por bando.
Pero la consistencia de Ferrer desde el fondo de la pista ha sido demasiada exigencia para el de Carolina del Norte, que ha tratado de eludir en todo momento los intercambios largos, con un juego excesivamente irregular: 51 puntos ganadores y 70 errores no forzados. “Sabía que iba a ser un partido a largo plazo, que tenía que desgastarle físicamente”. Las palabras del español resumen cómo el estadounidense se venía abajo a medida que avanzaba el partido. Llegó a tirar la raqueta al suelo para golpearla con el pie al ver perdido el tercer set. En ese momento era consciente de que su oportunidad había pasado.
Los capitanes acuerdan no jugar el quinto punto
En los prolegómenos del partido, el equipo español entregaba una camiseta firmada por los jugadores a los padres del joven futbolista Miki Roké, fallecido este año a causa de una larga enfermedad. Los homenajes han seguido tras el encuentro con la entrega de la Medalla al Mérito Deportivo que otorga el Gobierno español a Albert Costa, primer y único español en ganar la Copa Davis por BNP Paribas como jugador y capitán.
Con el 3-1 en la serie, el quinto partido previsto entre Nicolás Almagro y Sam Querrey se ha suspendido por decisión de los capitanes. Hay que guardar fuerzas para la final que se avecina.
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