viernes, 14 de septiembre de 2012

Berdych mantiene viva la esperanza checa


BUENOS AIRES, ARGENTINA: Tomas Berdych abrazaba al capitán Jaroslav Navratil porque, debido a las idas y vueltas de su partido, el suyo había sido un triunfo doble, en los puntos y en la moral. La tarde daba paso a la noche en el sur de la Ciudad de Buenos Aires, los mosquitos atacaban en masa y Berdych celebraba el 1-1 entre Argentina y República Checa, por las semifinales de la Copa Davis por BNP Paribas que se disputan en el estadio Mary Terán de Weiss del Parque Roca.




El semifinalista del US Open se recuperó de un quiebre en contra en el cuarto set y derrotó a Juan Mónaco por 6-1, 4-6, 1-6, 6-4 y 6-4 en cuatro horas y tres minutos. El argentino levantó un 0-4 y 2-5 en el último set, llegó a servir 4-5, pero no pudo igualar. Previamente, Juan Martín del Potro había vencido a Radek Stepanek por 6-4, 6-4 y 6-2.

Este sábado a las 12.30hs (local, 15:30 GMT), Argentina probará con una dupla improvisada en la Copa Davis, pero que ya ha disputado torneos del circuito: Eduardo Schwank y Carlos Berlocq. Navratil designó en el sorteo del jueves a Lukas Rosol e Ivo Minar, pero este viernes confirmó que habrá cambios: “Si queremos ganar esta serie, tienen que jugar Stepanek y Berdych”.

Del Potro y las lágrimas

El debut del Nº 1 local como encargado de abrir la serie –en las anteriores nueve disputadas, siempre había intervenido a partir del segundo punto o directamente el domingo- comenzó con un tropezón en los primeros juegos. El tropezón no es en sentido figurado, sino literal: cayó hacia un costado al resbalar en un punto y, rápido de reflejos, cayó sobre su mano derecha.
Sin embargo, eso no impidió que terminara contento por la victoria pero con dolores en la muñeca izquierda, cuyo tendón inflamado le molesta desde el torneo de Cincinnati. “Es fuerte el dolor, pero no quiero pensar en eso. A cada momento me lo recuerdan, y no hace bien. No hice un winner de revés, pero me ayudaron el saque y la derecha”, afirmó Del Potro, que terminó su partido con lágrimas en los ojos, emocionado al dar la entrevista a al canal local TyC Sports. El desgaste mental había sido importante.
El argentino se recuperó de cuatro break points en el 3-4 del primer set y, a partir de ese momento, dominó los peloteos desde el fondo con su derecha. Para esconder su mano lesionada, se invertía de derecha con mayor frecuencia que de costumbre.
Stepanek volvió a tener un quiebre a favor en el segundo set, pero el local lo recuperó al game siguiente y tuvo respuestas para los “trucos” que proponía Stepanek: drop-shots, ángulos cortos, subidas a la red... En la arcilla del Terán de Weiss, su talento no fue suficiente.

Mónaco no lo pudo cerrar

Gabriela Sabatini, David Nalbandian, Gastón Gaudio, José Acasuso, Guillermo Coria y otros ex tenistas se acercaron al Parque Roca a alentar al equipo argentino, que busca su primer título en la Copa Davis por BNP Paribas. Por la tarde, se sumó un hincha especial: Diego Maradona.
Berdych comenzó el partido con Mónaco en quinta velocidad, pero a medida que pasaron los minutos, la solidez del argentino se las ingeniaba para desactivar la máquina checa. El volumen de los cantos de la hinchada en el Parque iba ‘in crescendo’ a medida que el tandilense sumaba games. Jugador y público se alimentaban mutuamente, hasta que llegó el momento clave, la ventaja de 4-2, luego 4-3 y servicio. El argentino jugó corto, Berdych recuperó la confianza para arriesgar y le dio vuelta ese capítulo.
Mónaco no se recuperaría hasta el final, cuando, casi perdido, intentó la hazaña de remontar los dos quiebres de ventaja del checo. El estadio explotó cuando finalmente quedó en servicio, pero faltaba el último paso, confirmar el propio para el 5-5. Una increíble devolución invertida de revés del checo, un error de derecha del argentino, dos winners más del visitante, silenciaron a 14.000 personas e hicieron sonar fuerte a los “músicos” checos de las vuvuzelas monocordes.

Nalbandian como hincha

“Es raro estar afuera, no es la mejor sensación, pero son cosas que pasan”, se resignaba un sonriente David Nalbandian, quien llegó durante el partido de Del Potro para alentar a los singlistas.

En recuperación de un desgarro en el músculo abdominal oblicuo izquierdo, Nalbandian afirmó: “Es una pena que este tipo de lesiones me dejen afuera. Hay que apoyar a los que están y tratar de ganar esta serie que es durísima. El primer punto era previsible, pero con la molestia que arrastraba Juan Martín había incertidumbres. Si bien no jugó su mejor partido, ganó, y eso es lo importante”.

“El desgarro era más grande de lo que esperábamos. Tratamos de hacer la recuperación lo más acelerada posible, pero llegado el momento de entrenarme para responder a estas exigencias físicas, me fue imposible”, explicó el unquillense. “Todavía estoy lejos de entrenarme con normalidad. Si llegamos a la final de la Copa Davis, no me pienso cuidar antes. No jugar por miedo es peor. Es como no cruzar la calle por miedo a que te pise un auto. Mientras más torneos, mejor para agarrar ritmo. Todo lo que pueda jugar antes de una eventual final, mejor".

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