viernes, 3 de diciembre de 2010

Monfils da un zarpazo y Djokovic le devuelve el golpe

Primero golpeó uno con una victoria dolorosa por lo contundente, pero una respuesta de calibre parecido no se hizo esperar: Francia madrugó dando un zarpazo vía Gaël Monfils y Serbia se restregó los ojos a tiempo para responder con contundencia a través de su gran líder, Novak Djokovic. ¿Consecuencia? La final de la Copa Davis por BNP Paribas quedó igualada 1-1 tras el primer día de competencia.



Monfils aplastó a un irreconocible Janko Tipsarevic por 6-1, 7-6 (7-4) y 6-0 en 2:05 horas y puso en tensión a un Belgrado Arena pasional pero más contenido de lo pensado, todavía más atado después de la exhibición de LeMonf. Djokovic se encargó luego de devolver sonrisas, de que más de uno soltara un suspiro reparador, superando claramente a Gilles Simon por 6-3, 6-1 y 7-5 en 2:18 horas.




"Estoy muy feliz. Jugué un tenis muy sólido. Fue un muy buen partido", se congratuló el francés. "Me sentí muy bien, principalmente en los dos primeros sets y medio. Saqué muy bien y puse mucha presión en su servicio", analizó 'Nole'.


Con una frase tan simple como cierta, Guy Forget describió el estado de las cosas: "Está todo abierto para los dos equipos. El 1-1 hace al dobles muy importante".



La presión, ese enemigo silencioso


Tipsarevic se encargó de puntualizar luego de la paliza sufrida que estuvo nervioso sólo al principio, pero que fue la falta de partidos en el último mes y no la tensión la responsable de su derrota. "Perdí porque Monfils jugó hoy mucho mejor que yo. Jugó como un verdadero campeón", dijo el serbio. Pero es difícil no creer que la presión terminó atenazándolo, más allá de que las semanas que pasó sin jugar le hayan hecho perder 'feeling' con la pelota.


Sus primeras cuatro intervenciones en la pista, después de la espectacular presentación de ambos equipos, fueron otros tantos fallidos. En un abrir y cerrar de ojos, dos dos dobles faltas. Monfils quedó advertido y se hizo fuerte en su juego, el de defender todo lo defendible y más también si hace falta, provocar errores (38 de Tipsarevic hoy) y, un agregado para una ocasión tan especial como ésta, ser más agresivo que de costumbre.


"Creo que él estuvo nervioso", hurgó la 'Pantera' una vez finalizada su exhibición, a la que calificó con mesura de "muy buen partido" por ser su primera final pero "no uno de las mejores" de su carrera.


Terminó pareciendo sencillo, pero el francés no quiso saber nada con esa impresión: "Por el resultado parece que fue fácil pero fue duro. Tuve que competir, quebrar su juego, su cabeza". Lo logró plenamente pese a confesar que estuvo nervioso "hasta el 5-0" del tercer set.


Es cierto que el encuentro pudo haber cambiado si, en el segundo set, Tipsarevic hubiese jugado un poco mejor el tie-break. La manga fue bastante pareja, con alguna oportunidad más para el serbio de quebrar, pero terminó yéndose al desempate. Protestó el local al árbitro un fallo, quedó abajo pero se recuperó. Con 4-4, Monfils volvió a mostrarse mucho más fuerte mentalmente. Jugó un puntazo para el 5-4 y, ya con el saque de Tipsarevic, aprovechó a la perfección lo previsible de los golpes de su rival.


"Creo que el segundo set casi que definió el partido", admitió Bogdan Obradovic. El capitán balcánico defendió su decisión de hacer jugar a Tipsarevic pese a su reciente luna de miel e inactividad: "Janko es un gran jugador de Copa Davis".



El peso del talento



Entre Djokovic y Simon hay diferencias apreciables en capacidad de juego y terminaron viéndose poniéndose de manifiesto en el acrílico de Belgrado. A excepción de los extremos del partido, los primeros seis games y los últimos tres, el número tres del mundo fue notablemente superior a su rival.



El saque le funcionó a la perfección, cambió de ritmo cuando lo pedía la situación y golpeó siempre con solidez. Forget pensó que Simon podía desgastar a la estrella serbia, llevarlo a jugar muchas horas y eliminarlo como opción para el dobles del sábado, pero esta vez la jugada no le salió: al 'adolescente' con cara de bueno que podía desquiciar a Nole no le dio hoy el tenis para hacerlo.



"Tenía que jugar mi mejor tenis para poder tener posibilidades de ganarle. Desafortunadamente, no pude conseguirlo", se lamentó Simon, que no pudo aprovechar las dudas que le aparecieron a Djokovic súbitamente sacando 5-4 para cerrar el partido. Desperdició dos match-point y el galo le quebró. "Lo vi un poco cansado", dijo el galo. "Bajé un poquito el nivel, comencé a cometer errores y mi energía bajó", admitió el serbio.


Pese a ser games más parejos, Djokovic se sobrepuso al resbalón, quebró para 6-5 y recuperó la potencia de su saque para poner tablas en la eliminatoria.


¿Un dobles con Djokovic?


La chapa dice que el sábado el dobles lo jugarán Michaël Llodra y Arnaud Clément ante Nenad Zimonjic y Viktor Troicki. No se equivoca en el caso de los visitantes, pero hay serias sospechas de que sí yerra en la de los visitantes.


"Yo creo que Novak va a jugar el dobles mañana", estimó Forget. "Lo discutiremos esta noche y veremos cuál es la mejor decisión", había señalado poco antes Djokovic. Obradovic eligió el misterio: "(Jugó) tres sets muy rápidos y reservó mucha energía, tal vez para mañana, tal vez para pasado mañana".


La decisión es de las trascendentes. "Será muy importante para nosotros conseguir el 2-1. Es lo mismo para ellos", aseguró Djokovic. La balanza da una pequeña ventaja a Francia al tener una pareja que jugó por mucho tiempo junta, con grandes actuaciones como cuando vencieron a los hermanos Bryan por Copa Davis y en Estados Unidos.


La última presentación de Djokovic y Zimonjic no fue feliz: perdieron con facilidad ante Tomas Berdych y Radek Stepanek en las semifinales. No dejan de ser meros datos. La historia se escribirá recién el sábado cuando estén cara a cara y con la loza de estar jugándose buena parte de las posibilidades de ser campeón.


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