Ángel Rigueira - 30/11/2010
"Cada vez que la gente me descarta, o lo intenta, acabo volviendo", proclamaba satisfecho Roger Federer en Londres tras conquistar su quinto Masters, igualando a Ivan Lendl y Pete Sampras. Resurreción del suizo a nivel de títulos, de acaparar un protagonismo que le robó Rafa Nadal desde abril, aunque nunca se ha ido del todo. Ya había ganado este año el Open de Australia, y hasta en cuatro ocasiones se le escapó un partido con pelota de 'match' a favor. "Siempre ha sido y seguirá siendo un rival a tener en cuenta", subrayó Rafa
1- Masters clave para la autoestima
Después de caer eliminado en el Open USA, Roger Federer se centró en el Masters como objetivo ineludible. Jugó más torneos que nunca en indoor y pista rápida, incluyendo en su calendario habitual Estocolmo, torneo donde ganó antes de también hacerlo en Basilea. El resultado del O2 Arena era clave para su autoestima, para sentirse competitivo y relanzarse de cara a la próxima temporada, en la que enseguida tendrá que defender el Open de Australia.
En Londres se daban las mejores condiciones para desarrollar su propio tenis –"nací y crecí en este tipo de pistas"– y hacer daño a Nadal. Su proyecto con el técnico Paul Annacone tuvo su premio
2- Números malos sólo para Federer
Ha acabado segundo en la clasificación mundial, sumó su 16º título del Grand Slam venciendo en el Open de Australia, se llevó el Masters 1.000 de Cincinnati y se impuso en los ATP de Estocolmo y Basilea. Un balance nada negativo para un tenista profesional, salvo si se trata de una leyenda como Roger Federer o del nº1 Rafa Nadal. El suizo ha cerrado con el Masters una campaña de notable alto, pero a gente como él sólo le vale el sobresaliente. Le duele deportivamente la ventaja adquirida por el manacorí y sus derrotas especialmente las de Roland Garros y Wimbledon, ante Robin Soderling y Tomas Berdych, respectivamente
3- Cuatro derrotas con puntos de partido
La trayectoria de Roger Federer en este 2010 muy bien habría podido ser distinta de haber concretado, como antaño, las pelotas de partido que dispuso en cuatro encuentros que acabó perdiendo. No le había pasado algo igual desde 2006. En Indian Wells desaprovechó tres puntos de 'match' contra Marcos Baghdatis. En la cita siguiente, en Miami, dejó escapar una contra Tomas Berdych, victoria ésta que podría explicar el buen rendimiento posterior del checo en Wimbledon, sin miedo alguno al de Basilea. En las 'semis' del Open USA, volaron dos bolas de final contra Novak Djokovic. Y antes del Masters, en París-Bercy, desperdició nada menos que cinco con Monfils
4- Londres'12 una acicate más para continuar
A sus 29 años, cumplidos el pasado 8 de agosto, y pese a haber formado una familia con esposa y dos hijas y llevar mucho tiempo en el circuito, Roger Federer nunca ha deslizado la palabra retirada. Muy al contrario, durante la semana pasada insistió en que "mentalmente tengo cuerda para rato, y espero que el cuerpo me respete". Desde hace tiempo ha subrayado en su calendario los Juegos Olímpicos de Londres-2012, más después de que la organización cambiara de idea inicial y haya señalado Wimbledon como sede. El helvético busca un oro olímpico que tocó en dobles en Pekín'08. Es uno de los motores que le llevan hacia adelante. Dice no acusar el desgaste del paso de las campañas, "porque siempre he dosificado mi presencia en los torneos, sé cuando tengo que parar para recargar las baterías"
5- El efecto Nadal, castigo y revulsivo
"Rafa Nadal ha hecho una temporada suprema y se merece el número uno, pero mi campaña tampoco ha sido nada mala", explica el de Basilea. La irrupción del tenista español le ayudó a elevar su juego al máximo nivel, pero también ha acabado siendo un castigo en no pocas ocasiones. De los 22 partidos disputados, 14 han sido para el manacorí, que no conoce la victoria sobre el helvético en 'indoor' y pista rápida del Masters (dos semifinales en Shanghai y la final de Londres).
"Acabar el curso ganando a Rafa es un plus, le da un premio extra a este Masters", reconoce Roger, encantado de haber puesto a raya a su máximo rival. Le fastidia verle por delante, pero le ayuda a quererse superar para recobrar el número uno mundial. Estuvo 285 semanas, se quedó a una del récord de 286 de Sampras
6- Finalistas en O2 en condiciones diferentes
Rafa Nadal suele doblegar a Roger Federer cebándose con pelotas altas a su revés e imponiendo su mayor fortaleza mental. En el O2 Arena la bola apenas botaba, y el revés del suizo salió indemne. Pero en otras superficies la situación será más favorable al manacorí.
Además, uno y otro afrontaron la final del Masters desde perspectivas diferentes. Federer llegó en su mejor momento de forma, Nadal acusó el cansancio de la espectacular semifinal contra Andy Murray y para él ya era una sorpresa agradable haber ganado cuatro partidos consecutivos. Y es que el balear se planteó el camino desde la gira asiática a la capital inglesa, de cinco semanas, pensando más en la pretemporada de cara a poder recobrar el título de Australia y hacer el 'Rafa Slam' ganando los cuatro 'grandes' de manera consecutiva
Mundo Deportivo