Nadie en Argentina puede desmentir que la confianza en el equipo que jugó en Suecia la primera ronda de la Copa Davis por BNP Paribas era escasa. La ausencia por lesión de Juan Martín del Potro y de David Nalbandian, más la de Juan Mónaco apenas unos días antes de viajar a Estocolmo, daban a los inexpertos visitantes opciones escasas de pasar a los cuartos de final. Pero Nalbandian voló de repente, los chicos se hicieron grandes y el histórico 3-2 permite a los albicelestes revelarse un horizonte nuevo.
La eliminación de 2009 en República Checa había instalado una sensación en el ambiente del tenis argentino: si las estrellas no podían jugar, no había material para ganar de visitante en una superficie que no fuese la arcilla. Debían necesariamente coincidir Del Potro y Nalbandian para ser optimistas. La victoria ante los suecos les permitió saber que Leonardo Mayer, Horacio Zeballos y Eduardo Schwank podrán ganar o perder, pero que se puede confiar también en ellos para jugar la competición vista con mayor trauma de todo el deporte del país.
“A veces las cosas se dan y a veces no. Por suerte salió bien”. Modesto “Tito” Vázquez, capitán argentino, recorrió el camino de su nombre y no se dio ningún mérito en que dos debutantes y un jugador con un solo partido previo –y muy flojo- respondieran con nivel al desafío.
La derrota la reconoció con hidalguía Thomas Enqvist, que debutó como capitán sueco: “Es duro perder el punto decisivo pero debes darle crédito al equipo argentino, que jugó bien todo el fin de semana. Al final, ellos fueron simplemente demasiado buenos”.
Un líder llamado Nalbandian
“(Fue) una locura. Todo fue muy raro, pero por la camiseta uno tiene estos arranques. Finalmente salió bien”, dijo Nalbandian, que apenas recuperado de una lesión en el aductor derecho y con dos partidos jugados en nueve meses, llegó repentinamente a Estocolmo. Su presencia fue un doble golpe psicológico: infló a los suyos y generó dudas en sus rivales.
No demasiadas en Robin Söderling el primer día. El siete del mundo jugó bien ante un muy digno Schwank, pero Mayer revirtió dudas pasadas y se aprovechó de la larga inactividad de Joachim Johansson, que no jugaba desde octubre de 2009. El gran cimbronazo llegaría el sábado con un inmenso Horacio Zeballos, apuntalado por la experiencia de Nalbandian, para derrotar a Söderling y Robert Lindstedt y llenar de miedos a los locales.
Söderling ganó el cuarto punto pero Nalbandian y Andreas Vinciguerra definieron la serie. Pese al excelente partido del 233 del mundo, el llamado “Rey David” dominó sus problemas físicos y confirmó su estampa de líder inocultable para darle a su país su primera victoria en Suecia.
Argentina, a Rusia; Suecia, a pelear por la permanencia
La mira argentina está puesta en Rusia, a quien visitará entre el 9 y el 11 de julio para los cuartos de final. “Hay que ir con el mejor equipo. Ojalá pueda jugar Juan Martín, yo y, si fuese por mí, un doble más formado. Ojalá podamos tener una pareja firme, estable y que no sea un punto que tengamos que regalar”, afirmó Nalbandian, fortalecido este fin de semana tras las críticas que recibió tras perder la final de 2008. El ex tres del mundo descartó la conveniencia de jugar él los tres días como en otros tiempos: “No estoy todavía para eso”.
Suecia tendrá un objetivo de urgencias: jugar para evitar el descenso entre el 17 y el 19 de septiembre. “Es muy importante para los jugadores y para el tenis sueco en general permanecer en el Grupo Mundial. Es lo que vamos a intentar”, apuntó Enqvist. Siete veces campeones de la Copa Davis, los suecos no juegan la Zona Europea desde 1999.
Fuente: Davis Cup
Foto: Getty Images
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