Un trabajo en línea recta para situarse entre los cuatro más fuertes del torneo. Tomas Berdych accedió por segunda vez en su carrera a las semifinales de Wimbledon tras derrotar por 7-6(4) 6-3 6-2 en una hora y 55 minutos al francés Lucas Pouille, cuartofinalista primerizo en un major, en un choque sin precedentes en el circuito. El checo, décimo cabeza de serie sobre la hierba del All England Tennis Club, se abrió paso dejando varias marcas fijadas en la capital británica: vuelve a la penúltima ronda de Londres seis años después (en 2010 llegó a disputar la final); pisa su sexta semifinal en torneos del Grand Slam (igualando a su compatriota Jan Kodes) e insiste en su eterna candidatura a la búsqueda de un major (acumulando ya medio centenar de participaciones buscando la copa en torneos de la categoría).
Para dar forma a su victoria Berdych se apoyó en un primer servicio contundente, llegando a controlar el 87% de los puntos jugados con primer saque en el encuentro. Un arma capital en la primera manga, la fase más equilibrada de todo el encuentro. Allí, y tras verse diluida su primera ventaja en los cuartos de final (Pouille recuperó inmediatamente la rotura, pasando del 1-2 al 2-2), el choque acudió sin remisión al tiebreak. Un desempate donde Tomas aceleraría hasta levantar una renta (5-1) imposible de controlar para el francés.
Con ventaja en el marcador Berdych terminó de imponer su juego de ataque sobre el césped. El checo, que terminaría el encuentro acumulando hasta 35 tiros ganadores, sobrepasó la defensa del galo y se lanzó sin remisión sobre su servicio. Tomas llegó a quebrar hasta en tres ocasiones el saque de su rival en las dos últimos mangas, una instancia donde la tranquilidad fue la nota dominante siempre que él puso la pelota en circulación. Así, y sin sufrir un arañazo sobre su servicio en la segunda y la tercera manga (apenas una pelota de quiebre encarada), Berdych puso rumbo hacia las semifinales de Wimbledon.
El triunfo de Tomas, además, trajo consigo un hito a nivel nacional, convirtiéndose en el tercer jugador checo capaz de pisar la penúltima ronda de Wimbledon en más de una ocasión tras Jan Kodes (1972, 1973) e Ivan Lendl (1983-84,1986-90). Toda una prueba de su potencial sobre la hierba del tercer Grand Slam de la temporada.
Ahora, y tras colocarse a un paso de optar a su segunda final de Grand Slam, el checo buscará el billete para pelear por la copa ante el ganador del duelo que enfrenta al británico Andy Murray y al francés Jo Wilfried Tsonga.
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