De Williams a Williams, ningún apellido acapara más espacio en la
mampara de ganadores que adorna uno de los costados de la central de
Wimbledon. De Serena a Venus, muy pocas tenistas han sido tan dominantes
en un torneo de tanta envergadura como el grande londinense, cuyo
público verá por novena vez a la hermana mayor en la gran final. Llegará
Venus con el aval de haber conquistado cinco títulos (2000, 2001, 2005,
2007 y 2008) y con una trayectoria reciente que demuestra que los años
no son óbice para seguir compitiendo en la élite del tenis.
Ayer, mientras la grada de La Catedral arropaba a la heroína local,
Johana Konta, la estadounidense ofreció un recital de cómo debe jugarse
sobre hierba. Venció Williams con menor resistencia de la esperada (6-4 y
6-2, después de 1h 13m) y se ganó el derecho a disputar su segunda
final de un Grand Slam esta campaña. En la primera, en Melbourne, perdió
contra su hermana Serena. “La echo muchísimo de menos. He intentado
jugar de la misma manera en que lo haría ella, con su misma valentía, su
misma fuerza. He hablado con ella antes del partido y me ha dicho que
le encantaría haber podido estar aquí”, declaró la número 11 de la WTA.
Con 37 años y 27 días, Venus Williams
será la segunda jugadora más veterana que desembarca en una final de
Wimbledon. Solo Martina Navratilova, en 1994, lo consiguió a una edad
superior (37 y 258 días). Pero, más allá de la edad, la norteamericana
ha sabido lidiar en el torneo con una circunstancia personal que la hizo
abandonar la sala de prensa el primer día entre lágrimas.
Poco antes de jugar en Londres trascendió que había estado involucrada
directamente en un accidente de tráfico que le costó la vida a un
anciano de 78 años. Sin embargo, hace unos días el informe reveló que la
deportista no había cometido ninguna infracción.
Se ha sobrepuesto a esa situación Venus, que reconoció no
haber seguido a Garbiñe en el torneo —“honestamente, no la he visto”— y a
su vez señaló: “La última vez que jugó contra Serena aquí lo pasé muy
mal en la grada. Ahora será ella la que me apoye a mí. Normalmente es
ella la que suele estar jugando este tipo de partidos, pero esta vez me
ha tocado a mí e intentaré dejar el apellido Williams lo más alto
posible”. Entre ambas se han hecho con 12 de los últimos 17 trofeos.
Solo Amélie Mauresmo (2006), Maria Sharapova (2008), Marion Bartoli
(2013) y Petra Kvitova (2011 y 2014) se han interferido en la
supremacía.
El Pais
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