Hay un aroma de reivindicación en el camino de Novak Djokovic,
esforzado en esta edición de Wimbledon por superar obstáculos para
recuperar su posición en la cumbre del juego. Bajo la mirada de Andre
Agassi y Mario Ancic, pilares principales de su renovado equipo técnico,
el balcánico logró alcanzar la segunda semana del torneo sin ceder un
parcial, conservando las piernas para las rondas de mayor exigencia.
Así, el de Belgrado culminó este sábado la primera semana en Londres
al derrotar por 6-4, 6-1, 7-6(2) al imprevisible letón Ernests Gulbis,
pisando por 10ª ocasión en su carrera la cuarta ronda de Wimbledon,
dejando con fuerza su huella sobre la hierba de la Centre Court y
lanzándose hacia los partidos decisivos con un impulso notable.
“Estoy contento por el partido de hoy”, declaró a la BBC el segundo
cabeza de serie tras situarse en octavos de final, dejando atrás el
tropiezo en la tercera ronda de 2016 ante Sam Querrey. “Creo que he
elevado el nivel en comparación con los primeros dos partidos y respecto
a las últimas semanas. Gulbis es un jugador impredecible y
especialmente difícil de controlar en hierba. Pese a no haber comenzado
muy bien he sabido reaccionar. Estoy bastante satisfecho”.
Antes de abrazar la victoria, en efecto, Djokovic necesitó detener un
tren en marcha. El jugador de Riga fue un tenista de velocidad
formidable en el arranque, arropado por un servicio tan variado como
contundente y una derecha de difícil lectura. Con tales armas y la mente
fría, no tardó Gulbis en convertir el encuentro en algo frenético,
situando el 4-2 a su favor ante la expectación de la grada.
Sin embargo la entereza de Djokovic, el segundo jugador de siempre
con más victorias individuales de Grand Slam (236), le permitió bloquear
los servicios eléctricos del báltico, hilar nueve juegos consecutivos
domando el fondo de pista y convertir una amenaza en la línea hacia la
victoria (del 2-4 al 6-4, 5-0).
Tras sellar las dos primeras mangas, Novak completó el triunfo desde
la seguridad táctica (21 golpes ganadores, 12 errores no forzados), con
gran empleo del revés cortado para impedir la velocidad del rival. Pese a
la igualdad del tercer parcial, decidido en el desempate sin roturas en
todo el set, Djokovic terminó de hacerse con el encuentro y colocó el
7-1 a su favor en la rivalidad ante Ernests.
Ahora, y tras enlazar tres victorias en Wimbledon, Djokovic buscará
un lugar en los cuartos de final ante el francés Adrian Mannarino,
vencedor por 7-6(3), 4-6, 5-7, 6-3, 6-2 ante el cabeza de serie No. 15
Gael Monfils tras tres horas y 30 minutos.
El serbio encarará un test ante un jugador dotado para la hierba como
el galo, reciente finalista en Antalya (p. ante Sugita); verdugo de
Feliciano López, vigente campeón de Queen’s, en la primera ronda del
torneo y cuyas dos presencias en octavos de final de Grand Slam tuvieron
lugar en Wimbledon (2013, 2017).
Djokovic domina por 1-0 el FedEx ATP Head2Head ante el jugador
francés, cuyo único duelo previo tuvo lugar en la segunda ronda de
Wimbledon 2016.
ATP
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