Na Li venció a Dominika Cibulkova en un partido plagado de errores no forzados de principio a fin. La china sigue avanzando y muestra su candidatura firme a llevarse el primer Premier Mandatory del año. La eslovaca estuvo cerca pero no terminó de aprovechar las oportunidades que se le presentaron en la última manga.
Si una persona no aficionada al tenis viese el partido entre Na Li y Cibulkova sin saber qué puestos ocupan en el ranking mundial, pocos creerían que son la número 2 y 12 respectivamente. El encuentro de cuartos de final de Indian Wells fue un auténtico suplicio para cualquier espectador. Li y Cibulkova se enfundaron el disfraz de amateurs del tenis para confundir a los aficionados y no dejar ni un solo rastro de su verdadero nivel de tenis.
En el primer set se vio la versión más correcta del partido. La china se apoyaba bien, flexionaba las piernas y mostraba un gran trabajo del tren inferior. Estaba errática pero proponía el tenis. Mandaba e intentaba jugar con profundidad.
El hecho de buscar las líneas y arriesgar hacía que fallara más de la cuenta. Era parte del peligro del juego que proponía la primera cabeza de serie. Repartía con la derecha y a Cibulkova la obligaba a ir siempre a remolque.
En esos puntos es cuando se vio que esos 15 centímetros de estatura que le faltan a la eslovaca le pasan factura. Demasiado hándicap negativo el tener que dar 8 pasos cuando las otras dan 4. Sobre todo cuando choca con una jugadora como la china que impone un ritmo rápido desde la base. Que muerde y le come centímetros a la pista para impactar la bola siempre dentro de la línea de fondo.
Na Li no estaba en su día. Aún imprecisa en sus golpes y decisiones y con 18 errores no forzados, tres más que Cibulkova, lograba hacerse con el primer parcial por 6-3.
Pero la primera manga pareció jugarle una mala pasada a la máxima favorita del torneo. Pensó que jugando de forma irregular y fallando mucho el segundo set también caería de su lado. Se olvidó que del otro lado de la cinta hay una leona eslovaca que no da una bola por perdida, que se aferra al cemento como ninguna.
Cibulkova iba dándose cuenta que la china no estaba cómoda en la pista. Olfateó la sangre y fue a por la china. Empezó a ganar terreno y a poner contra las cuerdas a su rival. Para que sufriera, para que sintiera que no estaba acertada y le entraran dudas en su tenis.
Se activó de piernas, sacó garras y empezó a complicarle la mañana a Li que empezaba a mostrar su versión más irregular, sus errores subían y sufría su ya conocida desconexión mental.
La irregularidad del partido se vio reflejada en el primer juego del segundo set donde Na Li a pesar de cometer 9 errores no forzados en tan solo un game terminaría llevándose el juego.
Y así se sufrió el segundo set. Lo padeció el espectador porque los errores aumentaban, las imprecisiones se veían en cada punto y dos de las mejores jugadoras del año parecía había olvidado su tenis en el vestuario.
El segundo set cayó del lado de la eslovaca por 6-4 y todo se iba a definir en una tercera manga que se avecinaba como un auténtico sufrimiento si seguían con esos números y ese nivel de tenis.
Así fue. No parecía que iba a cambiar mucho el guion del partido. Se impuso la veteranía de la número 1 del cuadro de Indian Wells y ese historial de 5-0 a favor de Na Li, pesó.
El partido se cerró con unos números propios de un partido a cinco sets. 110 errores no forzados entre las dos jugadoras, 32 bolas de break y 16 dobles faltas. Datos que se asemejan más a jugadores cadetes que no a las vigentes campeonas y subcampeonas del primer Grand Slam del año.
Con esta nueva victoria, Na Li sigue reafirmando su dominio en cemento. La china ha hecho semifinales en 12 de sus últimos 15 eventos en la superficie dominante del circuito femenino y es una de las máximas favoritas al título. Eso sí, tendrá que subir el nivel de tenis y disminuir los errores para poder conseguir el billete a la final.
Punto de Break
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