El español Rafael Nadal abrió su defensa del título y la puerta al séptimo Roland Garros con una victoria ante el italiano Simone Bolelli por 6-2, 6-2 y 6-1. Sin un juego espectacular, pero superior al de su adversario a quien había vencido ya en dos ocasiones anteriores, Nadal sumó su 27ª victoria este año y la 46ª en París, donde hasta ahora sólo ha perdido un partido, en octavos de final del 2009 contra el sueco Robin Soderling.
El de Manacor debutó este año en Roland Garros con una camiseta rosa granate, muy parecida a la que llevaba aquel 31 de mayo de 2009 cuando el nórdico, recuperándose ahora de una mononucleosis, le infligió la única derrota que Nadal ha cosechado en el campeonato francés.
Nadal fue acogido con aplausos por los casi 13.000 espectadores de la central, aunque los famosos guiñoles franceses ya han colocado su primera espina satírica del torneo contra el deporte español en una parodia sobre la creación de King Kong, con una fórmula mágica que se inyectan Iker Casillas, Alberto Contador y el propio Nadal, que aparece al final de la tira anclado a lo alto del Empire State Building neoyorquino intentando derribar aviones con su raqueta.
Sobre la pista, no hubo sorpresas ni impedimentos físicos. Bolelli, un jugador de talento en sus comienzos pero que no ha ganado título alguno y esta semana ocupa el puesto 111º del mundo, no fue rival para Nadal, que firmó su primera victoria este año en una hora y 58 minutos. Bastaron dos embestidas de Nadal, un parcial de ocho cero y otro de cinco cero, dos auténticos zarpazos, para destruir la defensa de Bolelli en una tarde calurosa, en la que el español le rompió el servicio siete veces. Nadal comienza así su carrera por su séptimo título de Roland Garros, para superar al sueco Bjorn Borg, y la igualada con Pete Sampras, único jugador que ha ganado siete grandes, en Wimbledon.
Nadal fue acogido con aplausos por los casi 13.000 espectadores de la central, aunque los famosos guiñoles franceses ya han colocado su primera espina satírica del torneo contra el deporte español en una parodia sobre la creación de King Kong, con una fórmula mágica que se inyectan Iker Casillas, Alberto Contador y el propio Nadal, que aparece al final de la tira anclado a lo alto del Empire State Building neoyorquino intentando derribar aviones con su raqueta.
Sobre la pista, no hubo sorpresas ni impedimentos físicos. Bolelli, un jugador de talento en sus comienzos pero que no ha ganado título alguno y esta semana ocupa el puesto 111º del mundo, no fue rival para Nadal, que firmó su primera victoria este año en una hora y 58 minutos. Bastaron dos embestidas de Nadal, un parcial de ocho cero y otro de cinco cero, dos auténticos zarpazos, para destruir la defensa de Bolelli en una tarde calurosa, en la que el español le rompió el servicio siete veces. Nadal comienza así su carrera por su séptimo título de Roland Garros, para superar al sueco Bjorn Borg, y la igualada con Pete Sampras, único jugador que ha ganado siete grandes, en Wimbledon.
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