Rafael Nadal se clasificó para la segunda ronda del Open de Australia después de superar con autoridad y buen tenis a Alex Kuznetsov, marioneta en manos de un balear que dejó buenas sensaciones sobre el cemento australiano. Su próximo rival será el veterano Tommy Haas, al que ha ganado siempre que se han medido.
Rafa Nadal fue recibido por el público australiano como si fuera uno de sus ídolos. El campeón de 2009 se marchó por la puerta de atrás en las dos últimas ediciones -lesiones ante Andy Murray y David Ferrer-, sin poder ser competitivo ni poder aspirar a saborear de nuevo la gloria. El balear, aún con la máquina a medio carburar -él mismo ha dicho que no estará al 100% hasta el mes de marzo- solventó sin problemas su debut en esta edición ante el estadounidenseAlex Kuznetsov, procedente de la fase previa, al que doblegó por un marcador global de 6-4, 6-1 y 6-1 tras una hora y cuarenta y cinco minutos de juego. Sólo un juego fue suficiente para advertir el sino del partido. Kuznetsov, que nunca ha ganado a un jugador entre los 125 primeros del ranking, se arropó en el servicio para intentar mantener el dominio de los intercambios, contrarrestado por un Nadal metido en pista que selló el primer punto con un passing de revés desde la línea de fondo, repitiendo golpe para firmar el primer break en el juego inicial. A partir de ahí Rafa controló el encuentro, bien con su servicio y apenas cometiendo errores. Se gustó jugando por momentos y así advertimos tímidas subidas a al red y 'banana-shots' marca de la casa. Y como broche cerró la primera manga con un saque directo.
Más allá de relajarse, Rafa pisó el acelerador al verse con ventaja en el luminoso. Ganó los primeros nueve puntos del segundo set -break en blanco incluido en el juego inicial- y probó a acortar las jugadas haciendo saque-derecha. Su rival, viendo que golpeaba frente a un muro, acabó por cometer más errores que aciertos y 'regaló' dos nuevas rupturas antes de ceder el segundo set. Ni el aparatoso vendaje que lució Nadal en su rodilla izquierda -parece que más por precaución que por alguna molestia de más seriedad- ni las altas temperaturas que hubo en Melbourne a la hora del encuentro (33ºC) pudieron frenar el empuje con el que el balear afrontó este primer compromiso en la 100ª edición del 'major' australiano. Un nuevo break en el comienzo del tercer set puso la quinta marcha para un bólido, el de Nadal, que apenas tuvo escollos que sortear en su camino hacia la victoria. Se trata del triunfo número 30 de Rafa en las Antípodas.
Nadal nunca ha perdido en primera ronda de un Grand Slam en sus 32 participaciones. El balear, que defiende cuartos de final en Australia, tendrá que medirse en segunda ronda con el alemán Tommy Haas -con billete al cuadro principal gracias a su ranking protegido (actualmente ocupa el puesto 190 de la clasificación mundial)-, que se impuso al estadounidense Denis Kudla, procedente de la fase previa, por un tanteo de 7-6(5), 3-6, 6-0 y 7-5 tras dos horas y veinticinco minutos de juego en un choque disputado en la Pista 7 de Melbourne Park. Nadal y Haas se han medido hasta la fecha en cuatro ocasiones (Cincinnati 2006, Madrid 2006, Cincinnati 2008, Open de Australia 2009), siempre sobre cemento y siempre con victoria para el español, que ni siquiera ha cedido un solo set en estos duelos.
Marca.com
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