La espera terminó. Grigor Dimitrov subrayó su enorme potencial
levantando a sus 26 años en Cincinnati el primer ATP World Tour Masters
1000 de su carrera. El búlgaro se proclamó campeón del Western &
Southern Open sin ceder un set, tras derrotar por 6-3, 7-5 al
australiano Nick Kyrgios en una hora y 25 minutos de partido, sumando el
séptimo título de su carrera en el ATP World Tour y el tercero de la
temporada 2017 tras coronar Brisbane y Sofía.
El triunfo reportó un gran botín a Dimitrov, que aseguró su regreso
al Top 10 del Emirates ATP Rankings. Además, sumó 1.000 puntos y
ascendió del No. 9 al No. 6 en la Carrera Emirates ATP A Londres,
ocupando virtualmente una plaza para disputar por primera vez en su
carrera las Nitto ATP Finals - a celebrar en el O2 Arena londinense del
12 al 19 de noviembre.
El partido alumbró la lucha entre dos talentos primerizos, el primer
choque entre dos jugadores nacidos en la década de los 90 peleando un
título de esta categoría. El respeto mutuo entre dos debutantes en una
final de ATP World Tour Masters 1000, enorme oportunidad a ambos lados
de la cinta, marcó los cuatro primeros juegos exentos de opciones de
rotura.
Cuando llegó su primera oportunidad, Dimitrov mostró unos brillantes
reflejos. El búlgaro lanzó un resto directo con su derecha, con el
cuerpo suspendido en el aire, para mandar la pelota a los pies de
Kyrgios. Un tiro convencido para asestar el primer golpe al encuentro y
auparle en el marcador (4-2).
Ni siquiera las dudas inmediatas (dos dobles faltas situaron el 0-30
en el marcador) detuvieron el ritmo de Grigor, eléctrico en cada tiro
para voltear el juego, confirmar su rotura y abrir una brecha definitiva
en el primer parcial.
El choque fue un regalo para observar el despliegue de Dimitrov, de
pies rapidísimos en busca de su tiro de derecha. Su golpe cortado de
revés, además, fue una clave importante en el encuentro. Una solución
táctica para buscar oxígeno ante los morteros de Kyrgios y, también, una
forma impecable de mantener la pelota a baja altura, lejos del golpeo
cómodo del agresivo australiano.
En una segunda manga plana, Kyrgios trató de variar el guión,
poblando el encuentro con puntuales subidas a mitad de pista. Una
propuesta arriesgada ante la capacidad atlética de Dimitrov, que conectó
numerosos passing shots como respuesta.
El servicio de Kyrgios le mantuvo a flote ante la estabilidad de
fondo de Grigor, al que no amenazó el saque en todo el segundo set. El
australiano resistió con 3-3 a dos pelotas de rotura, anticipando el
sufrimiento que padecería al cierre del encuentro.
Tras resistir a contracorriente y estirar la manga hasta el 5-5, un
juego para olvidar destruyó las opciones de Kyrgios. En el undécimo
juego del segundo set, el australiano cometió tres dobles faltas y envió
una derecha al muro entregando a Dimitrov la opción de servir para
coronar Cincinnati. Grigor no desaprovechó la oportunidad y logró la
copa más importante de su carrera.
"Enhorabuena por la gran semana que has hecho. Es bonito verte
jugando a tu mejor nivel, siempre lo has tenido dentro de ti", reconoció
deportivamente Kyrgios en su discurso sobre la pista.
"Es uno de mis torneos favoritos y estoy realmente feliz por haber
ganado aquí", reconoció Dimitrov tomando la copa de campeón. "Siento una
enorme confianza tras conseguir este título. Es el más grande que he
logrado hasta el momento. Lo voy a disfrutar un par de días y me
enfocaré en el US Open", señaló el búlgaro.
La frialdad del búlgaro fue in crescendo, hasta el punto de cerrar en
blanco un primer set, vertiginoso, decidido en su favor en 34 minutos
de juego. Una primera manga donde dominó con maestría el fondo de pista,
haciendo suyos 17 de los 21 puntos decididos tras la línea.
ATP
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