Después de semanas complicadas y derrotas tempranas, Andy Murray va encontrándose a sí mismo. El No. 1 del Emirates ATP Rankings avanzó hoy a su cuartas semifinales de Roland Garros consecutivas tras imponerse al japonés Kei Nishikori, a quien superó por 2-6, 6-1, 7-6(0) y 6-1 en dos horas y 39 minutos.
De esta manera, el escocés de 30 años empata con su entrenador Ivan Lendl y Andre Agassi con 5 semifinales en París, los tres colocados en sexta posición.
En un primer set impecable para Nishikori, el japonés convirtió las dos bolas de break que dispuso y se mostró muy seguro al servicio, aprovechando al máximo el 55% de primeros servicios. Nishikori se llevó el 91% de puntos con su primer saque, un elevado 67% con su segundo y conectó 10 golpes ganadores por tan sólo 6 errores no forzados.
El segundo set fue un intercambio de papeles. Nishikori empezó a dudar más y más con su servicio y Murray fue encontrándose cada vez más cómodo. Con 1-2 en el marcador, un smash que se fue fuera y una doble falta entregaron un break a Murray, que no desaprovechó la oportunidad y confirmó la ventaja. En los mismos minutos que duró la primera manga (36 minutos), el de Dunblane empató el marcador con mejores estadísticas: redujo la cuenta de errores no forzados a la mitad (10>5), elevó el porcentaje ganado de puntos con el primer servicio (de un 46% a un 75%) y convirtió dos de tres bolas de break.
Por dos veces fue con break por delante y por dos veces Murray fue quebrado en la tercera manga. Ya en la muerte súbita, sin embargo, el escocés elevó su nivel e impuso su ley sin paliativos: un 7-0, ventaja de dos sets a uno y el pase a semifinales mucho más cerca. En el cuarto set, el No. 1 dio el golpe definitivo.
Si quiere disputar su segunda final de Roland Garros, Murray deberá imponerse por segundo año consecutivo al mismo hombre: Stan Wawrinka, campeón en 2015, que superó en tres mangas al croata Marin Cilic por 6-3, 6-3 y 6-1.
Finalista en 2016 (p. ante Djokovic), Murray tratará de igualar su mejor resultado aquí. Y también tratará de desafiar a la historia, pues de hacerse con el título se convertiría en el primer británico desde Fred Perry en 1935 en lograr la ansiada Copa de Mosqueteros.
ATP
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