Una conquista labrada a puro esfuerzo. Stan Wawrinka se proclamó campeón del US Open para levantar en Nueva York su tercer título de Grand Slam. El de Lausana, que ha ganado las últimas 11 finales que disputó, remontó (6-7 6-4 7-5 6-3) un partido de alta intensidad al vigente campeón y número 1 del Emirates ATP Rankings Novak Djokovic, marcando el territorio en Flushing Meadows y hundiendo su figura en la historia del deporte. Su colección de grandes, uniendo la victoria en Estados Unidos a las labradas en Melbourne 2014 y París 2015, creció para redoblar su peso en el circuito.
La igualdad fue una constante en el encuentro, donde los tres primeros parciales vieron al jugador que comenzó por debajo en el marcador recuperar un quiebre y establecer el equilibrio.
Su labor hacia la victoria requirió de un desgaste supremo de principio a fin. El primer set sirvió de ejemplo transparente: anuló una ventaja inicial del balcánico (del 0-3 se pasó al 3-3), resistió en una situación límite (salvando una pelota para 5-1) y alcanzó un tiebreak tras tener el agua al cuello (salvando dos set points con 5-3 en el marcador). La seguridad al servicio del balcánico, que ganó el 89% de los puntos jugados con el primer golpe, le entregó la victoria en el desempate.
Si en cuatro de sus cinco últimos choques de Grand Slam el jugador que perdió el primer set terminó ganando el partido, Wawrinka hizo un esfuerzo de fe para girar el marcador. El suizo levantó su papel al servicio (pasó de jugar el 47% al 69% de puntos librados con primer saque) y tomó el control. Su primer bocado al parcial (3-1) y la resistencia para mantenerse por delante (salvó tres pelotas de quiebre en el quinto juego para colocar el 4-1) le situó a las puertas de la igualdad. Pese a la reacción de Djokovic, que llegó a recuperar la desventaja (4-4), Wawrinka terminaría ganando al resto el segundo set.
Incapaz de aprovechar cuatro opciones de rotura en los dos primeros turnos de servicio, Djokovic de inmediato se encontró contra las cuerdas en el tercer set. No obstante, y como ocurriera en la segunda manga, el número 1 mundial reaccionó (del 0-3 se pasó al 3-3). En un parcial de largos intercambios, Wawrinka agudizó su papel al resto para marcar diferencias. El de Lausana ganó más de la mitad de los puntos sobre el segundo saque de Djokovic (ocho de los 15 puntos jugados) y aprovechó las dos opciones de roturas generadas para volver a ganar el set desde la devolución.
Ya con ventaja en el marcador la aceleración definitiva de Stan cobró forma. Su temperatura tuvo un nombre para situar el 3-0: autoridad en el servicio (apenas perdió un punto en sus dos primeros turnos de saque) y tino al resto (aprovechando la primera pelota de quiebre del set). Camino de la tercera hora de encuentro, el desgaste físico hizo que Djokovic solicitara la atención del fisioterapeuta en su pie derecho con 3-1 en el marcador. El serbio, que dispuso de tres pelotas de quiebre no aprovechadas para haber restablecido la igualdad en el quinto junto, vio cómo Wawrinka tomó en línea recta el camino hacia la victoria.
El de Lausana, que sumó su segunda victoria en una final de Grand Slam ante el número 1 serbio, mejoró (5-19) su balance en el FedEX ATP Head2Head contra Djokovic, al que ha batido en tres de sus últimos cuatro choques en majors. Con el triunfo en Flushing Meadows, sumado a las victorias en la final de Roland Garros 2015 y en los cuartos de final del Abierto de Australia 2014, el suizo continuó girando la autoridad en la rivalidad.
Así, y tras situar las manos en la copa de Nueva York, el helvético se colocó como tricampeón de Grand Slam en la Era Abierta, igualando las hazañas de Jan Kodes, Arthur Ashe, Gustavo Kuerten y Andy Murray.
El triunfo en Nueva York permite además a Stan Wawrinka clasificarse para las Barclays ATP World Tour Finals que tendrán lugar en Londres del 13 al 20 de noviembre.
ATP
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