Un trabajo veloz completó el segundo favorito para seguir con vida en Flushing Meadows. Andy Murray asaltó los cuartos de final del US Open tras resolver con fuerza (6-1 6-2 6-2) su encuentro ante el búlgaro Grigor Dimitrov, resuelto en dos horas de juego en el choque que abrió la jornada nocturna de este lunes en el estadio Arthur Ashe. El de Dunblane, campeón en la temporada 2012, volvió a situarse entre los ocho más fuertes del torneo dos años después.
La victoria del jugador británico se construyó sobre unas diferencias marcadas desde el inicio del encuentro: tino al poner la pelota en circulación (nueve aces y un 79% de efectividad con primer servicio), un desequilibrio en la agresión de Dimitrov (que acumuló hasta 43 errores no forzados por apenas 13 golpes ganadores) y un talento innato para morder desde la devolución (llegando a controlar el 65% de los puntos sobre segundo servicio, clave para lograr siete quiebres durante el encuentro).
El choque sirvió, además, para subrayar el dominio del británico en la rivalidad, donde ya manda (6-3) con firmeza en el Emirates ATP Rankings y en el que ha recuperado la voz tras ceder ante el jugador de Haskovo en el Masters 1000 de Miami esta misma temporada.
Ahora, y tras superar los cuatro primeros duelos en Flushing Meadows, el escocés buscará una plaza en las semifinales ante el japonés Kei Nishikori, número 7 del Emirates ATP Rankings y vencedor del croata Ivo Karlovic por 6-3, 6-4, 7-6(4). El de Dunblane domina con solvencia (7-1) su historial de enfrentamientos en el FedEX ATP Head2Head, incluyendo el único precedente en Grand Slam (Abierto de Australia 2012) y los dos choques celebrados en la temporada 2016 (Copa Davis y Juegos Olímpicos).
ATP
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