BUENOS AIRES, ARGENTINA: En la noche del jueves, Juan Martín del Potro no se sentía nada bien: vómitos, algunas líneas de fiebre, alergia en un ojo. Al día siguiente, esperaría un Parque Roca repleto, con 14.500 personas que querían ver en acción al tandilense junto con David Nalbandian, la primera ocasión en la que se juntarían los ases argentinos en casa después de la recordada final de Mar del Plata en 2008.
En la tarde del viernes, Del Potro devolvió otra cosa: la esperanza. El campeón del US Open 2009 aportó el punto argentino en la igualdad ante Croacia, en el primer día de acción en el Mary Terán de Weiss, con su victoria sobre Ivo Karlovic por 6-2, 7-6 (8-6) y 6-1. Anteriormente, David Nalbandian había caído en una batalla de 5 horas y 9 minutos ante Marin Cilic por 5-7, 6-4, 4-6, 7-6 (7-2) y 6-3.
Para este sábado, la idea del capitán argentino, Martín Jaite, es mantener a Nalbandian en el doble junto a Eduardo Schwank, pese a que el primero terminó su single con fatiga y dolor en el aductor izquierdo. Del lado croata, se espera la presencia de Cilic y Lovro Zovko. El partido comenzará a las 12.30 (local, 15:30 GMT).
Croacia golpea primero
Nalbandian y Cilic no jugaron el mejor partido en el aspecto técnico, varias pelotas enganchadas y errores, pero los vaivenes en el resultado aportaron la cuota de suspenso que mantuvo a todos en sus posiciones durante más de cinco horas, incluidos a los futbolistas David Trezeguet (campeón del mundo con Francia en 1998) y Fernando Cavenaghi, ambos de River Plate, y también al actor Ricardo Darín, habitué del tenis en Buenos Aires.
Un grupo de hinchas, caras conocidas que suelen aparecer por televisión cuando Argentina juega como visitante en la Copa Davis, agitaba el bombo desde la platea. Las banderas de Unquillo (de donde es oriundo Nalbandian), Tandil (Del Potro y Juan Mónaco) y Roldán (de Eduardo Schwank) flameaban bajo el sol en Villa Soldati, al sur de la ciudad de Buenos Aires. La puesta en escena requería un triunfo local, pero Cilic tenía otros planes.
El partido tuvo vaivenes, ambos se sentían incómodos en el lento polvo de ladrillo, y no podía definirse a un dominador de las acciones: Nalbandian sirvió 5-4 en el primero, perdió el saque y volvió a quebrar para llevarse el parcial. En el segundo, el unquillense llegó a perder 5-2, casi lo recupera y cedió el saque para el 4-6. En el tercero, tuvo dos break points no consecutivos en 5-5, pero cometió dos errores. “Ése fue el momento clave”, admitió el jugador local.
Del otro lado, Cilic logró la que definió como “la mejor victoria de mi carrera en la Davis, porque Nalbandian es uno de los mejores jugadores en la historia de esta competencia, por el público visitante y porque fue en polvo de ladrillo”. El croata regresó este año tras recuperarse de una lesión en el tendón de Aquiles y mostró aplomo en los puntos importantes, los que definieron la cuestión.
Por el lado de Nalbandian, sumaba apenas su segunda derrota como local en la Copa Davis: la primera había sido en el mismo escenario, ante el ruso Nikolay Davydenko, en la semifinal de 2008.
Del Potro, entre algodones
“Me preocupé cuando entré al vestuario y lo vi mal a Juan. Le dije que lo necesitábamos para que juegue por el equipo”, reveló Jaite. El capitán argentino no sólo pensaba en el nivel del tenis de Juan Martín, sino en la estrategia argentina para la serie: si Juan Mónaco lo reemplazaba en el segundo partido del viernes, automáticamente figuraba en la serie como Nº 1 argentino y no podía disputar el quinto punto como designó Jaite.
Mónaco llegó a calentar por las dudas, pero finalmente Del Potro decidió salir a la cancha, consciente de que los puntos con Karlovic no serían muy largos. “Estar 1-0 abajo en la serie me convenció a salir a la cancha”, admitió el tandilense. “Capaz que si el partido de David era diferente, inclinaba la balanza para el otro lado, pero en verdad no quería perderme el partido por nada del mundo. Estaba mi familia y mis amigos ahí en la cancha”, agregó Del Potro, quien también fue aplaudido por su amigo Martín Palermo. Si en el encuentro de Nalbandian hubo jugadores de River, era lógico que en el de Del Potro hubiera un ícono de Boca Juniors.
Ya en cancha, Del Potro dominó el primer set y ganó un segundo parcial clave. En el segundo set no hubo quiebres, como bien puede ocurrir en los partidos de Karlovic, y el croata tomó una peligrosa ventaja de 6-3. Allí renació Del Potro y generó la ovación del público con tres drives paralelos en forma de passing-shots que terminaron otorgándole el set.
Hacía frío ya en el Parque Roca. Los que habían traído abrigo eran la envidia de los que no lo habían previsto, y la luz natural comenzaba a atenuarse. “No pensé en eso, en ganar rápido, lo único que me preocupaba era mi salud”, decía un ojeroso Del Potro, ya de noche en Buenos Aires.
Ahora tendrá un día para descansar y recuperarse, antes de enfrentar el domingo a Cilic en el cuarto punto. Los que compraron entradas para el domingo ya saben que vivirán la gran definición de la serie de cuartos de final.
Un doble siempre vital
Como suele suceder por el formato de la Copa Davis, el doble cobra un rol fundamental. También como comienza a ser tradición en los choques entre Argentina y Croacia, la historia termina de definirse el último día: los anteriores choques, en 2002 y 2006, terminaron con un 3-2 argentino.
“No voy a tener problemas para asegurar el doble, es menos demandante que el single”, aseguró un sonriente Cilic desde sus jóvenes 23 años y pese a las cinco horas de batalla con Nalbandian. ¿Jugará Karlovic en vez de Zovko? El capitán Zeljko Krajan tiene tiempo hasta una hora antes del comienzo del partido (12.30 hora local) para cambiar jugadores sin tener que justificarse con un parte médico.
Por el lado local, Jaite repite que las horas por venir serán clave, pero que no tiene pensado hacer modificaciones. Pasado el mediodía del sábado en Buenos Aires, se conocerá si se mantiene la lista original.
Jorge Viale
Daviscup.com
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