La tenista rusa María Sharapova tuvo una feliz reaparición en el circuito de la WTA luego de obtener una trabajosa victoria por la primera ronda del Porshe Tennis Grand Prix que se celebra en Stuttgart, Alemania.
La ex número 1 del mundo se impuso a la siempre complicada tenista italiana Roberta Vinci con marcador 7-5 6-3 en 1 hora y 43 minutos.
Sharapova se mostró muy sólida con su saque conectó 11 aces y salvo una entrega de saque en el primer parcial, tuvo el control del duelo.
La reaparición de la tenista ha estado llena de controversia y ha generado malestar entre sus colegas. En la previa se cuestionaba dos temas que han levantado ampollas. Primero, el torneo alemán comenzó el lunes, es decir, dos días antes de finalizar la sanción de Sharapova por su positivo al meldonium. Este 'obstáculo' se superó haciendo jugar a la rusa el miércoles, algo que está reservado solo a los cabezas de serie.
El segundo problema es que Sharapova no tiene ránking WTA al no haber jugado desde el Abierto de Australia de 2016. Sólo podía participar en Stuttgart con una invitación ('wild card') que entregan los organizadores de cada torneo de manera discrecional, pero que suelen otorgarse a jugadores locales, a jugadores que regresan de largas lesiones o a promesas que apuntan a futuras estrellas. "Va a poder llegar el miércoles y comenzar el torneo así... es un poco extraño para las otras jugadoras", comentó en marzo la alemana Angelique Kerber, número 2 mundial, cuando se confirmó el regreso de Sharapova.
"Es un torneo alemán, hay jugadoras alemanas que deberían tener una invitación", criticó la germana, que también tomará parte en un torneo con una gran participación, donde también jugarán la checa Karolina Pliskova (N.3), la rumana Simona Halep (N.5), quien ganó hoy y ya está en cuartos de final y la británica Johanna Konta (N.7).
Veremos si con tenis Sharapova logra acallar a sus detractores. Su rival por la segunda ronda será su compatriota Eka
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