El BB&T Atlanta Open no era territorio para foráneos. Hasta esta temporada. Nick Kyrgios puso punto y final al imperio que John Isner había levantado sobre la pista dura estadounidense en las últimas tres ediciones, en las que terminó conquistando el título de campeón. En esta ocasión, el australiano se convirtió en el primer jugador en ganar el torneo sin ser americano, tras imponerse al principal favorito por 7-6(3), 7-6(4).
En una hora y 46 minutos el representante de la #NextGen, que en febrero se convirtió en la raqueta más joven en ganar un título en el ATP World Tour esta temporada en Marsella, añadió un nuevo trofeo a su palmarés. Sin embargo, su mayor proeza fue doblegar a un rival que no conocía la derrota en Atlanta desde 2012 y que había encadenado una racha de 15 triunfos seguidos.
“En Marsella, estaba intratable. Esta semana era completamente diferente. No estaba jugando bien del todo en el inicio de la semana”, apunta Kyrgios. Eso sí, reconoce que este domingo “encontré el equilibrio. Competí y me divertí”.
El propio Isner en 2013, 2014, 2015, Andy Roddick en 2012 y Mardy Fish en 2011, 2012 habían asegurado todas las ediciones de Atlanta hasta este curso.
Por segunda vez en la historia del torneo, los cabezas de serie número 1 y 2 se citaban en la pista para pelear por el título, después de que en 2013 ocurriese lo mismo cuando Isner se midió al No. 2 Kevin Anderson. El estadounidense se enfrentaba a la misma situación, esta vez ante el australiano, que cambió el guión de este 2016 donde sólo en una ocasión en 7 finales el segundo favorito derrotó al primero.
En un duelo de cañoneros, al que Isner y Kyrgios llegaban con una media de 19 y 14 saques directos respectivamente, el aussie tuvo que hacer frente a un alto porcentaje de puntos ganados con el primer servicio de su rival (92%). Sin embargo, supo sacar rendimiento a los problemas del número 17 del Emirates Ranking ATP con su segundo saque.
Kyrgios disfrutó de 2 opciones de break en el primer set, sin embargo, Isner siempre encontró una solución para salvarla: con un ace, primero, y una volea en la red, después. Ante la supremacía de los servicios la manga se decidió en el tie-break. Una serie de errores del estadounidenses permitieron al australiano anotarse el desempate (7-3), que abrochó con uno de sus 10 saques directos en el set inicial.
En la segunda manga el guión se repitió. Sin breaks, se marchó al desempate. Y eso que Isner dejó escapar una oportunidad de quiebre en el undécimo juego con 5-5 en el marcador. En el tie-break, Kyrgios logró la primera ventaja tras un error con el revés cortado del americano.
“El resto es crucial frente a John”, continúa el aussie. “Este saque es de clase mundial. Podría haber sido una historia totalmente diferente si él lo consigue”.
La seguridad en el servicio hasta entonces dio paso a los nervios y los dos jugadores fueron concediendo errores sin poder ganar sus saques. Hasta que Kyrgios supo pescar en río revuelto y encontrar tres puntos de partido (6-3). Una de las dos dobles faltas que Isner cometió en el tie-break entregó el encuentro al joven australiano de 21 años.
El de Canberra logró derrotar por primera vez en su carrera a Isner, después de dos derrotas que decantaban el FedEx ATP Head2Head del lado del estadounidense. Con la victoria en Atlanta, Kyrgios acumula 250 puntos más para el Emirates Ranking ATP y amplía sus arcas con 109.950 $. El de Greensboro debe conformarse con 150 puntos y 57.910 $.
ATP
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