Casi 19 meses después de competir por última vez en el ATP World Tour, Mardy Fish ha vuelto. Para Fish, la adversidad no ha sido un desafío a superar para retomar su carrera. Fue necesario para sobrevivir.
Esta no es la historia de un regreso tras un lesión. No es el cuento del desafío de un ex Top 10 que resucita una otrora próspera carrera.
No, este artículo va mucho más allá. Esta es la historia de la recuperación de una vida; el camino de un jugador al triunfo personal donde otros se han rendido.
El jueves, Mardy Fish cumplió con su esperado regreso al ATP World Tour tras una larga batalla de tres años con una enfermedad debilitante del corazón y una seria ansiedad. El residente en Los Ángeles regresó con una gran lucha a pesar de caer por 6-4, 4-6, 7-6(4) ante su compatriota estadounidense Ryan Harrison en el BNP Paribas Open. Para Fish, de todos modos, las victorias y derrotas son irrelevantes cuando considera que llegar a este momento ha sido ya una victoria para él.
“Es probablemente el único sitio en el que hubiera sido capaz de empezar, ya que está más cerca de casa”, dijo Fish a ATPWorldTour.com sobre su regreso en Indian Wells. “Han sido unos buenos tres meses y medio en los que he trabajado muy duro para regresar al estado de forma para el tenis. Es satisfactorio porque es un trabajo duro. No había entrenado mucho en un año, incluso más, pero el tenis nunca me ha dejado”.
“Es increíble regresar después de todo lo que he oído de él y de todo lo por lo que ha pasado”, comenta el No. 11 del mundo Grigor Dimitrov, el compañero de dobles de Fish. “Ha sido estupendo porque sé lo que significa para él tener estas expectativas. El ritmo del corazón siempre se acelera y aparecen esas mariposas en el estómago. Le admiro por eso y espero que todo vaya bien para él y al mismo tiempo pasarlo bien en la pista.”
Natural de Minnesota, Fish y su familia se mudaron a Florida con cuatro años para que pudiese perseguir sus sueños. Se convirtió en profesional en 2000 con 18 años, antes de viajar por el planeta durante más de una década, ganando varios títulos ATP World Tour y reclamando la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.
Luego, llegó un momento decisivo. A un final de año en el Top 20 del Emirates ATP Rankings en 2010 le siguió un puesto más alto de su carrera en el No. 7, gracias a unos cuartos de final en 2011. Finalmente, la cima: clasificación para las Finales Barclays ATP World Tour por primera vez.
Pero, poco después de que Fish alcanzó la cima de su carrera profesional su vida se convirtió en una espiral fuera de control. El ex No. 1 estadounidense se dio cuenta por primera vez que algo no iba bien al principio de la temporada 2012, y la situación alcanzaría un punto cumbre cuando se despertó en mitad de la noche en Miami, tras una derrota ante Juan Monaco, con su corazón latiendo acelerado.
Los latidos eran tan intensos que Fish recuerda que pensaba que no sobreviviría. Presa del pánico, él y su entrenador, Christian LoCascio fueron a urgencias en el hospital más cercano, donde le diagnosticaron una arritmia cardiaca. Un par de meses más tarde, Fish sufriría un proceso conocido como ablación de catéter para corregir los fallos en su corazón, pero fue la cicatriz psicológica la que más le afectó.
Los ataques de ansiedad atormentaron al jugador de 33 años, que no sólo se vio obligado a bajarse del cuadro en el US Open de 2012 en la cuarta ronda, sino que quedó presa del miedo, prisionero en su propia casa y rehén de su propia mente. Fish reveló que sufría ataques en períodos de 15 a 30 minutos y en un período de tres meses sólo podía salir de casa para visitar a su psiquiatra. Las cosas más simples, como disfrutar una tarde con su esposa Stacey, se volvieron insoportables.
“Recuerdo los días en que Mardy estaba pasando su peor momento y yo estaba bastante asustado por él. Esto dice mucho del carácter que Mardy posee”, comenta el entrenador y ex número uno del mundo de dobles, Mark Knowles. “Saber cómo afectó profundamente a Mardy esta situación y ver cómo el ha afrontado, cómo ha peleado para volver después de dos años fuera de las pistas y cómo se ha preparado para volver a este nivel es poco menos que increíble. Él es un deportista cualificado que fue sorprendido por una afección y se centró exclusivamente en superarla y avanzar en la medida de sus posibilidades”.
La misma actitud que llevó a Fish a colocarse como uno de los competidores más implacables del ATP World Tour le otorgó las herramientas para combatir sus demonios mentales. El último torneo en el que Fish participó fue en el Winston-Salem Open en agosto de 2013 y pronto se embarcó en un viaje de auto-descubrimiento que le permitiría competir una vez más en el ATP World Tour”.
Fue un camino que lo llevó a probar suerte en el golf profesional en el PGA Tour. La transición fue una catarsis para Fish, quien empleó su tiempo en los campos de golf para reconciliar sus emociones y preparase continuamente para su regreso al tenis.
“El golf fue salvador para mí porque yo fui capaz de dar un salto en algo que realmente me gustaba hacer y era bueno en ello”, dijo Fish después de su derrota de primera ronda este jueves. “Me veía cada vez mejor y realmente disfruté jugando en los torneos. Era un mecanismo para hacer frente a la situación, apartar mi mente del tenis y de lo que el resto de jugadores estaban haciendo”.
Fish encontraría su camino de regreso a las pistas en febrero, formando equipo con Knowles en el Challenger de Dallas, antes de retornar al ATP World Tour en el primer torneo de categoría Masters 1000 de esta semana. ¿Su objetivo? Afrontar un torneo, a la vez que sensibiliza y se erige como modelo de las personas con enfermedades mentales.
“Me sentí muy bien. Estas son las situaciones en las que trabajadas duro para afrontarlas. He trabajado muy duro para ponerme en forma, no tuve ningún problema antes y después de los partidos. Tengo que ser positivo. Yo solía ser duro conmigo mismo muchas veces. Es algo que tengo que hacer. Si no, puedo tener problemas. Esto es algo que he trabajado con mi psicólogo deportivo. Básicamente, es un terreno desconocido para mí”.
“Voy a aprender de esto. No tenía muchas expectativas de cuántos partidos podría jugar. Esto es un nuevo reto. Es algo con lo que estoy familiarizándome, pero lleva un tiempo”.
Fish continuará con su participación en Indian Wells este viernes, formando pareja con Dimitrov en su debut en el dobles.
”He entrenado con Mardy unas cuantas veces mientras he estado en Los Ángeles”, añadió el búlgaro. “Ha sido un placer. Creo que va a ser muy divertido y estoy deseando que llegue. Siempre es bueno tener a alguien como él a mi lado”.
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