Los dolores discales torturan a Murray desde finales de 2011 y le ocasionaron severos problemas a la hora de salir a las canchas. Este año, al competir en polvo de ladrillo -la peor superficie para él-, los inconvenientes físicos se agravaron. De hecho, en su momento decidió no jugar Roland Garros y darle prioridad a Wimbledon, donde se consagró campeón, para no arriesgarse.
Ahora, en el tramo menos cargado de la temporada, Murray decidió parar para terminar con el problema lumbar de una vez por todas. En consecuencia, no estará en los torneos de Bangkok, Tokio y Shangai ni en el Masters de Londres.
Murray defiende hasta final de temporada 1270 puntos, producto de las semifinales en Tokio (180 la final en Shangai (600) octavos en Paris (90) y final en Londres (400) Poir lo que podría ceder la tercera posición del ranking al español David Ferrer.
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