En una intensa y disputada final el suizo se impuso al ruso Mikhail Youzhny con parciales 6-7(5) 6-3 y 6-4. El juego tuvo una duración de 2 horas y 2 minutos.
Fue un partido de excelente nivel gracias al despliegue del ruso, quien no se amilanó ante la racha negativa que tiene ante el ex número uno del mundo. Federer llegaba con 14 victorias. La última sobre el césped de Wimbledon el 2012.
No obstante, Youzhny desarrolló un juego bastante intenso y agresivo basado en un excelente servicio y un juego potente de fondo, apoyado en buenos golpes de revés a una mano, no tan estilizado pero si muy potente que en muchos casos supero el del suizo.
El primer set fue arduamente disputado. Conservando cada jugador su servicio. Pero en la definición por tie break el ruso se jugó la vida y lo cerró 7-5. Justo premio al desempeño.
Federer no jugaba mal pero el ruso estaba en nivel superlativo. La experiencia enseña y Federer sabia que esa intensidad era muy difícil de sostener. Mostrándose agresivo poco a poco fue fabricando su momento y a la segunda oportunidad tomó el servicio del ruso. Eso bastó para controlar las acciones y conservando su servicio cerré el parcial.
El tercer set fue tan intenso como el primero pero Youzhny sentía la presión de una nueva derrota a pesar de lo bueno que estaba jugando. Sin embargo, Federer mejoró la efectividad de su servicio lo que le facilitaba el cierre de los games con su servicio. El ruso no anduvo muy certero en un game y eso le costó el quiebre. Federer no perdonó esta vez y conservando su saque cerró el triunfo que le permitió obtener su primer título en la temporada.
Este podría ser el torneo que necesitaba el suizo para darle un quiebre a una temporada escasa en palmares. Con el triunfo en Halle, Federer suma 77 títulos e iguala la marca de John McEnroe como tercer jugador con más coronas en la era abierta.
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