Rafael Nadal se clasificó para los cuartos de final de Wimbledon tras doblegar en cuatro mangas a Juan Martín del Potro en un partido marcado por la tensión, la dolencia física y la victoria del balear, que tendrá como próximo rival sobre el verde londinense a un Mardy Fish que ejerció de verdugo de Tomas Berdych, finalista el año pasado en este escenario.
Sangre, sudor y lágrimas. Rafa Nadal ganó uno de esos partidos en los que llevó el sufrimiento a los límites. El balear aguantó de momento el chaparrón en Londres y se clasificó a los cuartos de final de Wimbledon tras superar al argentino Juan Martín del Potro por un marcador global de 7-6(6), 3-6, 7-6(4) y 6-4 tras tres horas y cincuenta minutos de juego en un choque disputado en la Pista Central del All England Tennis Club.
El partido comenzó con ambos jugadores muy firmes con su servicio, ofreciendo dos versiones diferentes pero igual de certeras de afrontar los juegos con el saque. Mientras el argentino optaba por la potencia, el español prefería la picaresca y la colocación. En los intercambios, tanto Nadal como Del Potro evidenciaron su derecha como gran arma de ataque, siendo el revés el punto flaco de ambos en este asalto. Las primeras opciones al resto llegaron para Nadal, que sin embargo no supo/pudo poner la puntilla cuando tuvo opción. Antes de que llegara el tie-break, hubo dos momentos que marcaron el partido, ambos con Rafa como protagonista. Primero protestó airadamente un 'warning' que le había señalado Carlos Ramos, juez de silla de la contienda, por perder tiempo, demostrando posteriormente la cámara de Canal+ que ambos jugadores utilizaban 26 segundos para servir (lo legal en un Grand Slam son 24). Luego, un mal apoyo del balear en una derecha paralela hacían saltar las alarmas. Rafa pedía la entrada del fisio, que le estuvo atendiendo en pista ocho minutos. Infiltrado en la rodilla antes del partido y con un vendaje en el tobillo, Rafa no sólo regresó al tapete sino que se adjudicó la muerte súbita.
A pesar de estar por delante en el luminoso, Rafa no estaba cómodo. Cojeaba ligeramente y su rostro denotaba pérdida de confianza. Miraba asiduamente a la grada, donde esperaba la mirada cómplice de su técnico Toni Nadal, su fisio Rafael Maymó y el médico de la selección Nacho Muñoz, preocupado por el estado físico del número 1. Del Potro entretanto aprovechó las circunstancias para engancharse al partido. El tandilense sacó a relucir esa derecha en aceleración que le llevó a ganar un US Open y al ritmo de los aplausos del público logró romper el saque de Rafa e igualar la contienda. Con la balanza equilibrada, el partido se consumía a un ritmo cansino, a veces aburrido. A pesar de la tensión que se podía palpar en el ambiente, se echaba de menos puntos de bella factura, habituales en unos y otros. La calma tensa se rompió con un resbalón, de Del Potro, que enfiló camino de vestuarios para tratarse la cadera. Echando un vistazo a los antecedentes del argentino, lógica era la preocupación del box albiceleste, donde su técnico Franco Davin no quitaba ojo a la pista. Saltó a la pista y el set se fue al tie-break,. muerte súbita dominada por un Nadal que aprovechó los errores de su rival para tomar ventaja en el marcador. Y pensar que Rafa nunca antes había ganado un tie-break a 'Delpo'...
Del Potro hizo de la red el lugar más frecuentado del tapete, optando Nadal más por el juego en fondo de pista. Hubo que esperar 40 juegos para ver el primer break del partido de Rafa, una ruptura que sin embargo a la postre acabarían por darle la victoria. Antes de que esta llegara, se vio una versión mejorada del español, sensaciones que hacen ser optimistas de cara a lo que pueda acontecer en 'La Catedral del tenis' de ahora en adelante.
En cuartos de final, Nadal tendrá que verse las caras (miércoles) al estadounidense Mardy Fish, que ejerció de verdugo del finalista de Wimbledon del año pasado, el checo Tomas Berdych, al que derrotó por un tanteo de 7-6(5), 6-4 y 6-4 tras dos horas y veintidos minutos de juego en un choque disputado en la Pista 2. Fish es el quinto estadounidense que alcanza los cuartos de final de Wimbledon en la última década (siguiendo los pasos de Pete Sampras, Andre Agassi, Jan-Michael Gambill y Andy Roddick), hito que ha conseguido después de ceder sólo un break en los cuatro partidos que lleva disputados en Londres. Nadal y Fish, números 1 y 10 del ranking ATP, se han visto las caras hasta la fecha en cinco ocasiones (Indian Wells 2006, Queen's 2006, Madrid 2006, Wimbledon 2007, US Open 2008), siempre con victoria para el balear.
Marca.com
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