Hasta el jueves, que Argentina estuviese 2-1 arriba ante Rusia era un pronóstico muy optimista para los argentinos, pero la gran actuación de Horacio Zeballos y, principalmente, Eduardo Schwank, revolucionaron los cuartos de final de la Copa Davis por BNP Paribas e hicieron realidad aquella previsión improbable.
Fueron 3:06 horas de un juego apasionante para que la pareja argentina, debutante en el certamen por equipos más importante del mundo del tenis, lograra doblegar a Nikolay Davydenko e Igor Kunitsyn por 7-6 (9-7), 6-4, 6-7 (3-7) y 6-1 y activar una bomba de tiempo en el vestuario local, necesitado ahora de ganar los dos singles de mañana.
"Estamos muy felices. Hicimos un gran partido", dijo con su estilo tranquilo de siempre Schwank, "El Gordo", la gran figura del día. "Nos complementamos muy bien y pensamos muy bien los puntos todo el partido. Es una gran victoria", agregó quien fue hace una semana semifinalista de dobles en Wimbledon junto a Juan Ignacio Chela.
Un dobles que empezó a definirse en el banco
Modesto 'Tito' Vázquez había puesto a David Nalbandian junto a Zeballos para el sorteo, pero jugó a las escondidas: siempre supo que las mayores posibilidades las tenía Schwank. Vázquez descree de los 'jugadores milagro' que ganan tres puntos en un fin de semana. La condición física del líder visitante potenciaba esa creencia en Moscú.
Hizo jugar durante algunos torneos del circuito a Zeballos, de gran debut en Estocolmo, junto a Leonardo Mayer, pero no lo convenció la irregularidad de ambos en la devolución. Hecho ese análisis, decidió que Schwank era el indicado. Los dividendos a esa apuesta los empezó a ver hoy.
"Fue un triunfo inobjetable en un partido muy difícil, estando 1-1. Ellos eran muy fuertes", señaló el capitán, que reconoció haberse jugado "una carta muy importante". "Ahora son todos elogios y felicitaciones y está todo muy lindo, pero hasta que no sucede no sabés lo que va a pasar", añadió con realismo.
La contracara fue Shamil Tarpishev, que confió en un Davydenko absolutamente irreconocible en lugar de hacerlo en Mikhail Youzhny, una decisión celebrada en el lado visitante.
"Me preguntó si quería jugar y yo le dije que sí", reveló el seis del mundo luego. ¿Quiso reservar a su hoy mejor jugador para el quinto punto ante Nalbandian? ¿Darle una posibilidad de agarrar confianza y tenis a su teórico mejor jugador antes del cuarto punto? Imposible saberlo porque Tarpishev no hace declaraciones desde el jueves.
El gran perdedor: Davydenko
El gesto de Davydenko después del partido decía todo sobre su estado de ánimo: estaba hundido. Después del golpe sufrido ante Nalbandian el viernes, hay que mensurar lo que pueden significar la derrota del sábado y los cinco servicios que le quebraron los argentinos.
"Argentina jugó mejor que nosotros", reconoció el número uno ruso, que volvió a sentirse muy incómodo con la superficie, que hace que la pelota salte más de lo que le conviene su juego.
Con dos resbalones importantes encima y la presión de tener que ganar sí o sí el domingo para que su equipo siga teniendo posibilidades de pasar a semifinales, en la agobiante Moscú planea la duda sobre si jugará el cuarto punto.
"Muchas veces, para un jugador no es fácil recuperarse de una derrota el día anterior", analizó Vázquez, que no quiso aventurar si cree que Davydenko jugará. Lo que sí parece tener claro es que Schwank reemplazará a Mayer para disputar el cuarto punto. "En principio jugará él", aceptó.
Davydenko ve todo gris oscuro, se mida a quien se mida si finalmente es el elegido. "Tenemos pocas probabilidades de ganar. ¿Por qué? Porque antes yo tengo que ganar mi partido y sea quien sea contra quien juegue ahora va a ser duro para mí. Y Youzhni con Nalbandian están 50 y 50. Tenemos presión por estar 1-2. Si uno es derrotado, perdemos".
Fuente: Davis Cup
Foto: Davis Cup
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