La ATP publicó un excelente artículo sobre el tenista argentino que más progresó durante el 2009 el Marplatense Horacio Zeballos. Aqui la nota.
No cataloguen a la ascendente estrella argentina, Horacio Zeballos, como un especialista en arcilla. Siguiendo los pasos del campeón del US Open, Juan Martin del Potro, Zeballos está entre la nueva camada de tenistas argentinos que se acomodan a todas las superficies. En 2009 alcanzó su primera final ATP World Tour en el St. Petersburg Open y avanzó 164 lugares en el South African Airways ATP Rankings para terminar el año en el Top 50.
Criado en un ambiente tenístico junto a las playas doradas de Mar del Plata que besan el océano Atlántico, alrededor de 400 kilómetros al sureste de Buenos Aires, Horacio Zeballos no tenía mayor alternativa que ser un deportista. Su padre, Horacio Sr., había sido criado y practicado en el mismo club que Guillermo Vilas, el jugador más famoso de Argentina.
Un ranqueado nacional, Horacio Sr. no pudo continuar su carrera debido a dificultades económicas que le impidieron viajar. Años después, inspirado por Vilas que ganó un título Grand Prix en su casa en 1981, el padre le enseñó a su hijo de su propia experiencia lo que significaba ser un aspirante a tenista profesional.
Además asistió a la misma escuela donde su madre, Carolina, enseñaba geografía. "Pero eso no fue ninguna presión adicional para que me fuera bien en el colegio", confesó. "Era un estudiante normal. Mi madre nunca me puso problemas por estar más enfocado en el tenis, ella quería que jugara".
Identificado como un talentoso juvenil con proyecciones, fue desafiado a jugar con tenistas de mayor edad. Zeballos también fue entrenado en toda variedad de superficies lo cual benefició su desarrollo por lo que ahora se considera un jugador agresivo en todas las canchas.
"Mientras más jugaba tenis, más me gustaba", sonríe. "Mi padres me apoyaron y me ayudaron en mis decisiones con respecto al tenis, por lo que a los 17 o 18 años tomé el deporte con seriedad y comencé a viajar con mi padre.
"Cuando tenía 20 estaba jugando Futuros por un año completo sin grandes resultados. Luego llegué a semifinales en Chile y una final en Argentina ante jugadores entre los 300 mejores del mundo, Por primera vez me dio confianza de que podría lograrlo".
En 2007 Zeballos representó a Argentina en los Juegos Panamericanos y ganó la medalla de oro en dobles junto a su amigo de muchos años, Eduardo Schwank, pero su actuación en singles en los Challenger fue errática y su ránking continuó fluctuando durante el año.
Las circunstancias lo golpearon en el verano de 2008, cuando no tuvo los recursos para pagar un entrenador y comenzó a cuestionar su decisión de ser profesional. "Viajar solo no resultó", admitió. "No tenía un plan de juego o un calendario resuelto.
"Me sentí muy solo hasta que conocí a Sergio Roitman y Alejandro Lombardo, mi actual entrenador. Sergio me abrió las puertas, por lo que pude trabajar con su grupo y me dio buenos consejos. Luego me organicé dentro y fuera de la cancha y eso me dio confianza".
Lombardo, que trabajó con Roitman y Gaston Gaudio, se sumó en octubre de 2008. "Él estaba No. 340 cuando comenzó y tras seis meses ya estaba No. 150. Comenzó a confiar en su tenis y a sentir que podía jugar en los torneos importantes y ahí fue cuando su entrenamiento y trabajo mental comenzaron a mejorar".
Zeballos se reencantó con la actividad en la pretemporada 2008, donde entrenó "100 por ciento en cada práctica. Él (Lombardo) me dio toda su confianza y motivación. Me di cuenta que si un entrenador tan importante quería trabajar conmigo entonces podía mejorar".
Con un calendario, una dieta, un plan de entrenamiento físico y largas horas de prácticas en cancha, Zeballos se apoderó del ATP Challenger Tour 2009 con una marca de 48-14 donde sumó cinco coronas en ocho finales para meterse en el Top 50 del South African Airways ATP Rankings.
También logró clasificar a su primer Grand Slam, el US Open, y avanzó a su primera final ATP World Tour en St. Petersurg Open (en canchas duras) en octubre, donde tuvo un punto de partido en el tie-break del tercer set ante Sergiy Stakhovsky. Ha sido un ascenso meteórico, cuando se considera que apenas ha disputado apenas 10 partidos oficiales del ciruito grande.
Hubo un toque de ironía en el debut de Zeballos en el ATP World Tour el año pasado. Viniendo de un país renombrado -al menos históricamente- por su producción de jugadores en arcilla, el residente de Buenos Aires jugó su primer torneo sobre pasto en el Campbell's Hall of Fame Championships, en Newport, Rhode Island, en julio. "Estaba jugando bien, con confianza, pero no sabía si sería capaz de manejarlo. Perdí un partido muy apretado (6-4, 6-7(4), 6-2) ante el No. 40 del mundo Philipp Petzschner y luedo me dije a mí mismo, si perdí 6-2 en el tercero y él está acá, ¿por qué no puedo yo? En ese momento di un gran paso para llegar adonde estoy".
Zeballos, que prefiere canchas duras, es el No. 3 de Argentina detrás de Juan Martin del Potro y Juan Monaco. Lombardo cree firmemente que al acabarse la generación de Guillermo Coria, Juan Ignacio Chela, Mariano Zabaleta y Gaudio, los días de los argentinos siendo califificados como especialistas en arcilla se terminarán.
Como un agresivo zurdo, Zeballos posee un potente servicio y un slice de revés a una mano que lo ayuda a atacar la red. A diferencia de muchos tenistas de Sudamérica, le gusta terminar los puntos en la malla, al beneficiarse de manos rápidas y muy buenas voleas. Calmado, con temple y disciplinado, nunca pierde la compostura.
"El desarrollo de Horacio ha sido un fenómeno reciente", dijo Lombardo. "Es diferente porque le gusta jugar bajo techo y en canchas duras en vez de arcilla como tantos argentinos en el pasado.
"Le gusta atacar y subir a la red, por lo que es más fácil decidir en qué tipo de torneos puede jugar. No lo hace solamente en arcilla. Es parte de una nueva generación de argentinos, que se sienten cómodos en muchas superficies".
Zeballos mantiene sus pies firmes sobre la tierra, con el único intento de mantenerse y mejorar su ránking Top 50. Para prepararse de cara a la nueva temporada, Zeballos y Lombardo han trabajado por seis o siete horas al día.
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Su meta es ser convocado para la primera ronda de Copa Davis ante Suecia en Estocolmo en dos meses más, y Zeballos admite que "sería increible, mi mayor sueño es jugar Copa Davis por Argentina, pero necesito hacerme más fuerte en este nivel".
Como un jugador que ha estado durante tres años en el ATP Challenger Tour, Zeballos se define "perseverante, consistente y profesional", lo cual separa a estos jugafores de los del ATP World Tour.
"Los jugadores ATP tratan de hacer todo perfecto porque todos los jugadores son muy buenos. Debes buscar los pequeños detalles para marcar la diferencia y eso es profesionalismo. Cada detalle dentro de la cancha que mi entrenador puede ver, lo tengo que trabajar".
Zeballos ha asimilado la filosofía de Lombardo durante los últimos 15 meses. Ha mejorado en prácticas y confianza, y si logra trasladarlo a sus partidos este año, el jugador de 24 años podría recibir un llamado de Tito Vásquez, capitán argentino, con una oferta que no podría rehusar. Para un jugador que en su momento pensó en dejar la actividad, sería una transformación remarcable.
Foto: Getty Images
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