viernes, 1 de julio de 2016

Del Potro da buenas señales y vence a Wawrinka en Wimbledon

Juan Martín Del Potro ha vuelto al circuito para quedarse. O eso, al menos, se intuye del nivel que desprende su raqueta, a la altura de los mejores jugadores del ATP World Tour. No obstante, el argentino derrotó en la segunda ronda de Wimbledon al cuarto cabeza de serie, Stan Wawrinka, por 3-6, 6-3, 7-6(2), 6-3, en dos horas y 43 minutos.



El último error no forzado -esta vez con el revés cruzado- de los 48 que cometió el suizo durante el encuentro sirvió para confirmar su primera victoria desde noviembre de 2013 ante un rival con la etiqueta de Top 10. Y es que Del Potro no derrotaba a un jugador de esta categoría desde las Finales Barclays ATP World Tour Finals de aquel año.

El propio Wawrinka reconocía antes del encuentro que “es genial que [Del Potro] esté de vuelta en el circuito. Es un jugador impresionante”. Y así lo demostró en la Centre Court el de Tandil, que además amplió el FedEx ATP Head2Head ante el número 5 del mundo (4-2).

Y eso que las cosas no empezaron bien para el argentino. El helvético apenas tardó cuatro juegos en firmar el primer break del duelo para tomar una importante distancia en el marcador (1-4). Sería insalvable. Un Wawrinka impecable con su servicio –con un 89% de puntos ganados con sus primeros saques en este parcial– no concedió una sola opción al resto (3-6).

Pero Del Potro fue, poco a poco, trabajando el cambio de un guión que parecía escrito para que el suizo tomase el papel protagonista. Sin embargo, el discípulo de Daniel Vallverdú fue haciéndose con el timón del partido, imponiendo el ritmo y desesperando a su rival, que conectaba más errores de lo habitual. Se invirtió la historia del primer set y fue Del Potro al que le bastó un quiebre para devolverle el 6-3 inicial.

El intercambio de golpes sin cuartel en el tercer set deparó cuatro breaks consecutivos (2-2), que desembocaron en un tie-break. La intensidad se elevó a la máxima potencia, pero Del Potro se agrandó en los momentos decisivos. Mantuvo una línea regular en la balanza entre winners (23) y no forzados (25) durante todo el partido, que le permitió anotarse el desempate (7-2).

Wawrinka buscaba soluciones, cortando sus golpes y obligando a Del Potro a tener que buscar la pelota fuera de su zona de confort. Pero era demasiado tarde. El argentino se sentía en armonía con el partido, con el césped y con su raqueta. Inspirado y con hambre.

A la tercera advertencia cumplió su amenaza en el octavo juego para apuntarse un break decisivo en el cuarto set y sellar su presencia en tercera ronda de un Grand Slam, algo que no ocurría desde hacía tres años: precisamente en Wimbledon 2013.

ATP

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