Algunos lo tildarán de sorpresa pero la mujer que ha terminado con la copa de campeona en Roma es la mujer que más puntos acumulados lleva en el calendario presente. Elina Svitolina, una de las revelaciones más dulces del año, terminó con la racha de diez triunfos consecutivos de Simona Halep (4-6, 7-5, 6-1) para amarrar así su cuarto trofeo del año. Números que ya no suenan a casualidad y sí a una amenaza muy seria de una jugadora que ahora mismo mira al resto del vestuario desde un escalón superior.
Dos de las mejores jugadoras de la temporada compartían cartel en la gran final de Roma con un ligero favoritismo a favor de Simona Halep. La rumana, que llegaba de coronarse campeona hace siete días en Madrid, buscaba ahora el doblete que le llevara como clara candidata a la gloria en Roland Garros, pero enfrente no había una cualquiera. Elina Svitolina, la mejor tenista de la temporada (no es opinión, lo dice la Race) llegaba después de una semifinal amarga con la retirada de Muguruza pero con la confianza por las nubes al verse en una situación que nadie imaginaba al principio de curso. Tanto con una como con otra, el trabajo bien hecho siempre da resultados.
La cuestión es que ambos estilos se anularon sobre la arcilla romana, las dos mostraban su solidez desde el fondo -Simona un poco más- sin dejar de reflejar que, de cuando en cuando, también le saben pegar -Elina un poco más-. Ese equilibrio se rompería gracias a un doble break de la rumana que rápidamente se colocaba 5-2 y amenazaba con firmar una victoria sencillita y sin historia. Inmediatamente se reenganchó la ucrania recuperando la mitad de la desventaja pero no fue suficiente, ya no había tiempo. El parcial marchó para Halep por 6-4 y Svitolina entendió que debía mejorar mucho en los inicios de cada manga.
Justo por eso, más curioso fue ver cómo Halep salía a pista con la dentadura afilada y rompiendo el servicio de nuevo a su rival. Parecía el golpe definitivo, pero precisamente esto fue lo que acabó despertando a la de Odesa. Tres juegos consecutivos para Elina revelaron el carácter tan competitivo que posee y los motivos de que su nombre sea el que más brille en 2017. Sin embargo, no supo salvaguardar la distancia (5-5) pero sí supo armarse de paciencia hasta desgañitar a una Simona que acabaría fallando más golpes de lo normal (7-5). El pescado todavía no estaba vendido, ni mucho menos.
Cambió el día, cambió la final y cambiaron las protagonistas. Ya nadie se acordaba de esos dolores físicos que Svitolina arrastraba a finales del segundo parcial, de hecho, desde ese parón todo lo que llegó fueron buenas noticias para ella. Un 4-0 de salida a favor de la ucraniana dejó sentenciado un encuentro que nos engañó con un espejismo en la primera manga. Cuatro finales, cuatro títulos (dos de ellos en Premier 5), balance de 31-6 en su registro y afincada en lo más alto de la Race. Se llama Elina, es de Odesa y se ha convertido en la gran tapada de esta temporada. Buena parte de culpa recae sobre Gaby Urpi, uno de sus entrenadores. Roland Garros ya la espera para invitarla a forjar su primer gran resultado en Grand Slam.
Fernando Murciego
Punto de Break
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