No tiene nada que demostrar. Sus números hablan por sí solos, pero Novak Djokovic revindicó su condición de número uno del Emirates Ranking ATP en las semifinales del US Open, superando a Gael Monfils por 6-3, 6-2, 3-6, 6-2 en dos horas y 32 minutos. El serbio tratará de levantar en Nueva York el título número 13 de Grand Slam en su carrera, lo que significaría colocarse a tan sólo un trofeo de otras leyendas del ATP World Tour como Rafael Nadal y Pete Sampras.
Djokovic se ha convertido en los últimos tiempos en un habitual en la final del US Open. Ha estado presente en la última ronda del major estadounidense en todas las ediciones de esta década salvo en la de 2014 (Marin Cilic d. a Kei Nishikori). En 2016 se asegura su presencia en su sexta final en las últimas siete ediciones y la séptima en general (2007, 2010, 2011, 2012, 2013, 2015 y 2016).
Monfils se había colado en la ‘Final Four’ en Flushing Meadows encadenando 15 sets consecutivos. No obstante, el francés era el único jugador en semifinales sin haber cedido una sola manga durante todo el torneo. Pero Djokovic necesitó únicamente 35 minutos para romper la estadística.
Y pudo ser aún más rápido de haber aprovechado los 4 puntos de set que dejó escapar. En los primeros 16 minutos, Djokovic ya mandaba 5-0. Cuando huele sangre, el serbio no perdona. A Monfils le costó adaptarse a la velocidad y peso de la bola que imprimía su rival. A pesar de la resistencia a entregar el set del francés, que devolvió uno de los breaks (1/4), al balcánico le bastó aprovechar un 2/5 en opciones de quiebre.
En el inicio del segundo parcial, el No. 12 del mundo mantuvo su capacidad para escapar de las constantes amenazas del serbio desde el resto. Así salvó una nueva opción de break. Sin embargo, en el tercer juego Djokovic no perdonó para volver a romper el saque de su rival (3-1). Monfils lucía un escaso 31% de puntos ganados con su segundo servicio hasta entonces (terminó el duelo con un 37%).
El principal cabeza de serie retomó el nivel de juego que planteó durante el primer cuarto de hora del encuentro para ampliar aún más las diferencias. Un imponente 89% de puntos con su saque en el set (16/18), 10 golpes ganadores y 2/3 en opciones de break pusieron rumbo a la tercera manga en sólo 29 minutos.
Monfils no encontraba el pulso al partido y en el primer juego cedió otro break con una doble falta (2-0). Su lista de errores se extendió hasta los 30 no forzados a estas alturas del partido (52 en total). Ante los nervios en la muñeca y el bloqueo de la cabeza, el francés apeló al único comodín que le restaba: el corazón. Así llegó su mejor parcial del partido, 0-5 que prolongaba su esperanza de vida.
El nivel de confianza del cabeza de serie No. 10 se elevó hasta tal punto que fue capaz de levantar 3 opciones de break, cuando Djokovic se disponía a apretar de nuevo el set con 3-5 (0-40). Pero el galo envió el encuentro al cuarto set (3-6).
El esfuerzo pasó factura a Monfils, que fue perdiendo la frescura de piernas del set anterior. Tras salvar 7 oportunidades de break seguidas, Djokovic acabó cumpliendo su amenaza a la octava (3-1). A partir de entonces el encuentro se sumergió en una espiral de errores, donde el resto se impuso a los servicios. Tras el intercambio de golpes, el serbio salió airoso con una ventaja de 5-2. Djokovic cerró el choque con un juego en blanco, terminando con 8 breaks convertidos en 20 oportunidades.
En esta edición del US Open, el jugador nacido en Belgrado hace 29 años se clasificó para la 21ª final de Grand Slam en su carrera, donde presenta un récord de 12-8. Es, además, la tercera vez que peleará en 2016 por un título de esta categoría, conquistando la corona de campeón en el Abierto de Australia y Roland Garros (en ambas ocasiones derrotó a Andy Murray).
ATP
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