Milos Raonic rompió su techo. Por todo lo alto. El canadiense se clasificó para la final de Wimbledon, su primera última ronda de un grande, al superar al siete veces campeón Roger Federer en un partido que se estiró por tres horas y 25 minutos y terminó con 6-3, 6-7(3), 6-4, 7-5 y 6-3 en el marcador.
Raonic se convierte así en el primer canadiense que alcanza una final individual de Grand Slam en categoría masculina y segundo de su país tras su compañera Eugenie Bouchard. El jugador de 25 años, eleva también su récord de Wimbledon a 16-5, sumando 10 victorias (y sólo una derrota) sobre el pasto en lo que va de curso.
La primera bola de break del encuentro llegó en el cuarto juego. Si bien Raonic se ganó la ocasión, fue Federer con una doble falta quien entregó el break. El canadiense confirmó la ventaja después de disputar el hasta entonces juego más largo del parcial, donde hubo dos deuces. Con 4-2 el canadiense salvó un 0-30 para confirmar que el primer parcial era de su propiedad. El noveno juego fue puro espectáculo por parte de ambos jugadores. Raonic debía cerrar el set con su raqueta y no le tembló el pulso: 14 golpes ganadores, saques de hasta 144 km/h y grandes subidas a la red (8/12).
En el segundo set reinó la total igualdad, con ambos jugadores muy sólidos al servicio sin conceder una sola de break. Llegados al décimo juego, Raonic enfrentó un 0-40 de arranque que salvó con tres grandes puntos, Federer se hizo con una más pero el canadiense resistió con todo hasta llegar al 5-5. Acababa de salvar cuatro bolas de set. El parcial se decidió en la muerte súbita y con 3-3, Raonic cometió una doble falta que dio alas a Federer, quien no perdonó. El partido empezaba de cero tras hora y 19 minutos de batalla.
Aprovechando la inercia ya conseguida en el segundo set, el suizo fue presionando más y más el servicio de Raonic, que en el séptimo juego, cedió por segunda vez su saque. Ese break fue suficiente para Federer, que dio la vuelta al marcador para ponerse en posición de ventaja. En la cuarta manga, el siete veces campeón no frenó. Aguantó los embistes el canadiense, que sumó sus seis juegos pese a las dificultades. Eso descentró a Federer que de estar 40-0 en su game para llevar el parcial al tie-break, pasó a cometer dos dobles faltas. Tuvo fe Raonic, que sumó el primer break del parcial justo cuando más lo necesitaba. Era el todo o nada. Y el pupilo de Carlos Moyà prolongó el duelo al quinto set.
Allí, con 2-1 a favor de Raonic, el canadiense convirtió un break que fue un match point virtual. La victoria era suya, así como los 23 saques directos y los 75 golpes ganadores que disparó. El canadiense logró alcanzar la última ronda en su sexta participación, uniéndose así a nombres como los de Arthur Ashe, Kevin Curren, Stefan Edberg, Jan Kodes, Richard Krajicek o Aleksandr Metreveli. Todos ellos necesitaron seis participaciones antes de progresar a la final.
Raonic, actual número 7 del Emirates ATP Rankings, derribó un muro tras otro en su victoria. Detuvo una racha negativa de cinco derrotas consecutivas ante Top3, logrando su primer triunfo ante una de las tres primeras raquetas mundiales en un Grand Slam. Además, sumó su primera victoria ante un Top10 sobre esta superficie.
Federer nunca había perdido una semifinal en Wimbledon. Hasta hoy. Y Milos Raonic, que ya había caído derrotado ante el suizo en esta misma ronda hace dos años, pudo igualar la batalla. Ya en la final, el canadiense deberá esperar al desenlace del duelo que protagonizan Andy Murray y Tomas Berdych para saber su próximo rival.
ATP
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