Treinta y siete años después, Gran Bretaña disputará la final de la Copa Davis. Un nombre propio destaca en tal hazaña: Andy Murray. Tres días consecutivos en pista, con siete horas y media acumuladas en las piernas. Pero el premio merecía el esfuerzo. El número tres del mundo logró el punto definitivo ante Bernard Tomic, quien pese a batallar durante hora hora y 46 minutos, no pudo ante el héroe local. Sólido triunfo para el escocés (7-5, 6-3 y 6-2), que una vez más lideró a su país.
"Ganar por tu país y por tus compañeros significa mucho. El público ha estado increíble desde el primer hasta el último punto", explicaba el protagonista de la eliminatoria aún en pista.
Murray arrancó con un saque directo, perfecto para sacudir los nervios y la presión. El Emirates Arena de Glasgow empujó a su ídolo, que pese al cansancio acumulado, logró el primer break del partido en el cuarto juego. Sin embargo, cuando servía por la primera manga estando 5-3 arriba, Tomic reaccionó para devolverle el quiebre y equilibrar de nuevo el encuentro. El australiano, que llegaba al duelo con un sólido récord de 15-2 en Copa Davis, no pudo mantener su servicio por mucho tiempo y cuando se disponía a llevar el set inicial a la muerte súbita, vio como Murray volvía a quebrarle y sobre todo, se llevaba el parcial con una dejada perfecta.
Con idéntico guión de timming, Murray quebró en el cuarto juego al número 23 del mundo y estando 5-3 arriba, se preparó para servir por el segundo set. A diferencia del primer parcial, esta vez el campeón de dos torneos Grand Slam no dejó escapar la ventaja y con dos saques directos y dos golpes ganadores cerró el segundo set.
Sin prisa pero sin pausa, el de Dunblane quebró en blanco justo antes del primer descanso del tercer set. Fue el punto de inflexión. A partir de entonces se encaminó seguro hacia una victoria en la que disparó un total de 15 saques directos, firmó 38 golpes ganadores y ganó el 81% de puntos con su primer servicio. Ya son 21 triunfos de los 22 últimos choques de Copa Davis para un Murray que jamás ha perdido en suelo británico en esta competición.
"Evidentemente estoy muy emocionado por avanzar a la final, sabíamos que iba a ser muy difícil porque Australia tiene tremenda experiencia pero hemos luchado muchísimo durante todo el fin de semana", valoró Murray después de tres días de intensas emociones.
En 2010, Gran Bretaña transitaba por el desierto. Los británicos rozaron el descenso al Grupo III y un lustro después están en la final de Copa Davis, la primera desde 1978 (p. ante Estados Unidos). Toca remontarse a 1936 para encontrar el último triunfo de las Islas en la competición por países, cuando Fred Perry lideró a los suyos. Los caminos de Perry y Murray se encuentran de nuevo. Gran Bretaña no contaba con un campeón de Grand Slam desde Perry, hasta que Murray alzó el US Open en 2012. Tampoco con un rey en Wimbledon, hasta que Andy rompió la maldición en 2013. ¿Sucederá lo mismo en Copa Davis?
ATP
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