La estadounidense Serena Williams ratificó los pronósticos pero con algo de trabajo y tensión impuso condiciones para lograr coronarse por sexta vez como campeona de Wimbledon.
En frente tenía a una neófita en estas lides, la española Garbine Muguruza quien arrancó encendida el encuentro muy por el contrario dela estadounidense que empezó algo imprecisa. El resultado un rápido quiebre en el primer juego. Sin embargo poco a poco la número 1 fue imponiendo su presencia y potencia en la cancha recuperando el quiebre primero y luego por segunda vez para tomar el primer set.
En el segundo set se vio en buena parte la mejor versión de Serena de manera veloz se colocó 5-1 arriba y saque. Sin embargo, la experimentada tenista sintió la presión y en cero entregó su servicio. Esto permitió la reacción de la española que confirmó su saque y en el noveno game esta vez más luchado y emotivo vuelve a tomar el saque de la estadounidense y se coloca 4-5 y saque.
Esta vez fue la española la que no se mostró sólida con el servicio y de eso se aprovechó Williams para atacar con potencia y en su segundo punto de partido tomar el servicio, sellar la victoria y el título. El resultado final 6-4 6-4 en 1 hora y 23 minutos.
Serena arriesgó más. Con el servicio muestran las estadísticas 12 aces y 8 doble faltas contra 3 y 2 de la española. Además tuvo 29 tiros ganadores y 15 errores no forzados contra 10 y 9 de su oponente.
En síntesis fue un atractivo duelo que nos ratifica el liderazgo de una campeona pero que también nos muestra una nueva figura que estamos seguros va a dar mucho que hablar en el corto plazo.
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