Respeto mutuo antes de la final. Novak Djokovic y Roger Federer vuelven a reunirse en la última ronda de Wimbledon,
tal y como lo hicieron el pasado año. El número uno del Emirates
Ranking ATP y el que el propio serbio califica como "el mejor jugador de
todos los tiempos" se citan en la Catedral del tenis, en la Centre
Court del All England Lawn Tennis and Croquet Club. Todos los
ingredientes están preparados para que este domingo se reviva una de
esas finales que quedan grabadas para siempre en los libros de historia
del deporte.
Mientras Djokovic sueña con la gloria y despegarse de Andre Agassi, Ivan Lendl o Jimmy Connors,
con el que sería su 9 Grand Slam -se convertiría, además, en el octavo
jugador en solitario con más grandes en su vitrina-, Federer juega por
la leyenda. Por ampliar sus espectaculares números a cotas prácticamente
insalvables para las generaciones venideras, estirar su colección de
majors hasta los 18, justo el doble de lo que aspira su rival.
"Roger y yo hemos jugado muchas veces. Es uno de mis mayores rivales.
Es una de las personas que me han hecho mejor jugador. En los partidos
contra él, pasé por muchas emociones distintas y cosas que me
permitieron entender lo que necesitaba para convertirme en un mejor
jugador y ganarle, así como ganar trofeos de Grand Slam", confiesa
Djokovic antes de su enfrentamiento 40 en el FedEx ATP Head2Head ante el
suizo (19-20), el cuarto en esta misma temporada con un balance de 2-1 a
su favor.
"Siempre aparece. Es difícil de batir", replica Federer sobre Novak.
El número 2 de la clasificación mundial sabe que al otro lado de la red
se encuentra una versión implacable del de Belgrado. "Él ha tenido gran
éxito, increíbles éxitos, a lo largo de su carera. Pero especialmente
ahora en los últimos años, ha sido increíblemente dominante, sobre todo
en pistas duras, y luego mejoró en hierba. En tierra, es uno de los
mejores, si no el mejor", asegura el de Basilea ante la espectacular
estadística que acumula Djokovic este año con 47 victorias en 50
partidos, o lo que es lo mismo, un 94% de éxito en sus encuentros este
curso.
En la memoria aún se mantiene fresco el recuerdo de la última final de Wimbledon,
donde los mismos protagonistas se midieron en la Centre Court. Tras un
partido con alternativas, que pudo caer del lado de cualquiera de los
dos, Djokovic conquistó el trofeo por 6-7(7), 6-4, 7-6(4), 5-7, 6-4.
"Realmente no pienso en el partido que jugamos el pasado año. Sólo
recuerdo que fue increíblemente emocionante. El público se metió en la
final. Estoy feliz de regresar a una final. Sea quien sea quien esté en
contra, siempre es una gran ocasión. Esta vez es Novak, el número uno,
lo que obviamente añade algo extra", anota Federer.
"Fue un momento muy especial, como siempre lo es, estar en una final
de Grand Slam, pero particularmente aquí en Londres, el torneo más
famoso del mundo. Este es el torneo que me llevó a jugar al tenis y me
inspiró para llegar a ser un deportista profesional y un reto, ser capaz
de pelear por el trofeo. Así que cuando lo conseguí por primera vez y
gané el trofeo en 2011, el sueño se hizo realidad. Pero en 2014, el
pasado año, fue incluso más especial porque gané contra el jugador más
grande de todos los tiempos en hierba, y quizás el mejor jugador de
todos los tiempos, Roger, a cinco sets", apostilla Djokovic.
"Invertí mucha energía en conseguir ese trofeo. Sabiendo que lo que
hice fue realmente sacar todas las emociones. Las expresé en la
ceremonia de clausura, y pensé en toda la gente que había participado en
ese éxito. Fui muy afortunado por compartir ese trofeo y gran éxito con
ellos", continúa Djokovic que sólo piensa en seguir los mismos pasos
que en 2014. Eso sí, con el permiso de Federer que está a sólo un
partido de ampliar su impecable leyenda.
ATP
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