Rafael Nadal el mejor tenista español y tercero del mundo, ha resuelto este miércoles una cuenta pendiente con el alemán Florian Mayer, número 28 ATP, al derrotarlo por 6-1 y 7-5 en una hora y 21 minutos en el Masters 1000 de Roma. El manacorense quería desquitarse de la derrota en los octavos del Masters 1000 de Shangai, único enfrentamiento previo de dos jugadores que coincidieron como profesionales en 2001.
En la vuelta a la añorada tierra 'colorá' el jugador español no dejó que el alemán practicara su juego de saque y volea o dejadas, las armas con las que compareció en el Campo Centrale del Foro Itálico. La potente derecha de Nadal mantuvo a Mayer por detrás de la línea de fondo y ni a saltos consiguió meterse en el partido.
El primer set duró 26 minutos, algo más de lo que el marcador (6-1) indicaría debido a más de un intercambio de golpes profundos, el juego que le interesaba al de Manacor frente a un Mayer que no está teniendo un buen año, solo ha ganado 4 partidos de los 16 disputados, y que solo consiguió mantener su saque en el cuarto juego. Nadal mantuvo una seguridad insultante en esa primera manga con un 100% de puntos ganados con el primer servicio.
Mayer mantuvo el tipo en el segundo set
En el segundo set el alemán buscó la épica de su paisano Wagner, ambos nacieron en Bayreuth, y consiguió meterse en el partido aceptando el intercambio de fondo y aprovechando la mínima fisura del juego de Rafa para subir a la red y rematar los puntos con efectivas voleas.
Mayer recordó que el domingo le había ganado, contra pronóstico, al cañonero canadiense Raonic e intentó descentrar a Nadal que a partir del sexto juego olvidó las pesadillas azules y le endosó tres juegos consecutivos en blanco. El del 5-5 fue con la bola golpeando la red, circunstancia que el alemán conoce bien porque gana puntos así con mayor frecuencia.
En el undécimo juego se rompió el cántaro que tanto había ido a la fuente del 'break' y Rafa se colocó con un 6-5 y servicio para cerrar el partido. El fantasma de la dificultad de cerrar un partido duró dos puntos, una doble falta y una volea a la red. El resto fue la contundencia de un jugador enfadado con torneos anteriores y cuentas pendientes, 6-1y 7-5.
En una hora y 21 minutos Rafa Nadal se clasificó para los octavos tras hacer morder el polvo rojo romano a Florian Mayer y mantener las opciones de hacerse con su sexto Masters 1000 de Roma y, de paso, recuperar el número 2 mundial con permiso de su próximo rival, el español Marcel Granollers que se impuso este miércoles al italiano Fabio Fognini por 6-3 y 6-4.
RTVE
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