España está a una victoria de conseguir su quinta "Ensaladera", la segunda con el estadio de La Cartuja como escenario tras la lograda en 2004.
En el primer duelo de ambos en tierra batida, Ferrer completó la faena de la Armada en la primera jornada. Lejos del sosiego que encontró Nadal en el partido de apertura, el tenista alicantino tiró de fe, paciencia y una lucha intensa para acabar como vencedor después de 4 horas y 43 minutos de intensa lucha.
España se sitúa con 2-0 en la eliminatoria. Solo en una final un equipo fue capaz de remontar tal situación adversa. Data el hecho de 1939, cuando Australia dio la vuelta a esa ventaja que había adquirido el primer día Estados Unidos en el enfrentamiento que se jugó en Pensilvania. Nadie después ha sido capaz de esa remontada.
El tenista español comenzó como un tiro. Fresco, rápido de movimientos y con firmeza. En la primera ocasión que dispuso rompió el servicio de Del Potro, sobrepasado al principio por el escaso margen de error de su equipo tras el triunfo de Rafael Nadal contra Juan Mónaco.
Sin excesivos contratiempos sacó adelante el parcial Ferrer, que se encontró con un rival más solido en el segundo set. En el quinto juego de esa manga, Argentina logró su primera rotura en la final. Pudo enmendar el español la situación con un 'break' para empatar a 4 y llevar el desenlace al desempate.
Resultó importante esa situación, que ganó el argentino (7-2). Del Potro recobró la confianza y disfrutó de sus mejores momentos en el partido. El tenista de Tandil resucitó a Argentina.
Le faltó continuidad a David Ferrer, irregular por momentos. Intentó mover al argentino, que sufre en exceso a veces en desplazamientos continuos de lado a lado.
Se defendió Del Potro, que levantó un 2-0 en contra al comienzo de la tercera manga. La primera raqueta sudamericana firmó un parcial de 4-0 para consolidar su ventaja en el marcador (6-3).
Con el partido de cara para Argentina Ferrer tiró de épica. El reloj corría a su favor. Más fuerte físicamente, martilleó a su rival para recuperar el terreno perdido. Rompió el español el servicio de su adversario en el cuarto parcial, aunque el tenista de Tandil recondujo la situación al devolver la rotura en el siguiente.
El choque empezó a adquirir, cerca de las cuatro horas, tintes dramáticos. En el décimo parcial, con ventaja de 5-4 y al resto, el número dos español no desperdició su oportunidad. Del Potro acusó la presión. Y con una doble falta condenó el desenlace al quinto y definitivo set.
Juan Martín del Potro empezó a sentir el peso del partido. Solicitó auxilio al fisioterapeuta argentino. Para que pusiera a tono los músculos de sus piernas antes del momento clave. Había más en juego para Argentina que para el cuadro español, cada vez más cerca de la Ensaladera.
David Ferrer rompió el saque del sudamericano en el cuarto juego y puso el triunfo de cara. Del Potro empezó a aflojar y a asumir, resignado, la derrota.
Le costó al español cerrar el partido. A pesar de sus dos roturas y del 5-1, además del saque, que puso de su lado. Intentó sobrevivir el argentino, que apuró sus opciones con la consecución de los dos juegos posteriores.
Ferrer, sin embargo, no desperdició la ocasión y cerró el partido que arrima a España hacia su quinta Copa Davis.
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