Un ejemplo de regularidad en los grandes torneos para el gran favorito local. Andy Murray desbordó por 6-3 6-3 6-3 en una hora y 56 minutos al checo Tomas Berdych para alcanzar la tercera final de Wimbledon de su carrera. El británico, que buscará su segunda copa dorada en el All England Tennis Club tras la levantada en 2013, dejó registros de autoridad a su paso: firmó su undécima final de Grand Slam, igualando a jugadores históricos como John McEnroe, Mats Wilander o Stefan Edberg; extendió su impecable registro en hierba en la presente campaña, enlazando 11 triunfos en la superficie verde; y pisó su tercera final consecutiva en un grande en una misma temporada, dando continuidad a los partidos por el título disputados en el Abierto de Australia y Roland Garros en 2016 - algo sin precedentes en su carrera profesional.
El británico, uno de los jugadores más solventes en la devolución, sacó ventaja al disputar la mitad de los puntos de la manga sobre el segundo servicio de Berdych. Así, y haciendo suyos 10 de los 22 intercambios jugados al resto, logró romper en dos ocasiones al checo para inclinar a su favor el parcial. Si bien un quiebre inicial encontró respuesta inmediata en Tomas (reaccionó para pasar del 0-2 al 2-2 en un abrir y cerrar de ojos), el finalista de 2010 fue incapaz de recuperar un segundo break que Murray hizo bueno para sellar la manga.
Con ventaja en el marcador Andy se encontró con un partido endurecido. La mejoría al servicio de Berdych (pasando del 50% al 71% de puntos jugados con primer saque) requirió un esfuerzo extra en el británico, situado ante momentos de tensión antes de descoser la manga: Murray vio anuladas dos pelotas de rotura con 2-2 en el marcador y sobrevivió a un quinto juego eterno donde necesitó resistir a 5 deuces y dos bolas de quiebre. Un esfuerzo que pagaría Berdych, incapaz de mantener el ritmo hasta entregar sus últimos dos turnos de servicio en el set.
La montaña fue imposible de escalar para Berdych, atrapado ante la regularidad de su adversario. Murray no concedió ninguna pelota de quiebre en la tercera manga y ofreció un rol clínico en la devolución, aprovechando la única oportunidad que tuvo para lanzarse sobre el servicio del checo. Andy quebró el saque de Berdych en el cuarto juego del parcial (3-1) y no miró atrás hasta conseguir la victoria.
Así, y tras superar la penúltima barrera del torneo, Andy Murray buscará su segundo título de Wimbledon ante el canadiense Milos Raonic, verdugo de Roger Federer y presente por primera vez en su carrera en una final de Grand Slam. El británico domina por 6-3 el FedEX ATP Head2Head en la rivalidad, cuyo último capítulo tuvo lugar en la final de Queen's (ganada en una remontada de tres mangas por Murray) días antes de llegar al All England Tennis Club.
ATP
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