El tiempo se ha detenido, dicen algunos, otros creen que no pues esta versión de Roger Federer parece mejorada a la que tenía en sus mejores años de gloria. Más maduro, menos vulnerable con algunos golpes y sobre todo más efectivo. Hoy todo eso lo revalidó en la segunda semifinal de Wimbledon donde salió airoso en sets corridos. Algo que ha repetido en todas las instancias del torneo.
Pero no fue un duelo facil, en frente tenía al checo Tomas Berdych, que cuando está enfocado lo sabe complicar y luego de dos primeros sets bastante trabajados y con algunas opciones en el tercero, terminó cediendo ante la consistencia suiza. El marcador final fue 7-6(4) 7-6(4) 6-4.
El primer avisoraba que iba a ser un duelo parejo pero fue el suizo el que empezó mejor quebrando rapidamente el saque. El checo poco a poco se fue acomodando y logró recuperar el quiebre. Así se fueron a la definición donde Federer supo sacar ventaja.
El segundo set ganó en paridad. Con el checo más asentado. Si bien generaron opciones de quiebre (5 para Federer y 3 para Berdych) pero ninguno las pudo concretar. El set nuevamente se definiría por tie break. Esta vez el checo sacó ventaja inicial pero no la pudo sostener entregando nuevamente el parcial.
El tercer parcial iba a ser una prueba en la motivación del checo quien respondió bien manteniendo la paridad. Incluso en el sexto juego, con servicio del suizo, llegó a ponerse 15-40 y no pudo quebrar. Allí si fue un golpe anímico. Federer tomó despues su servicio y de allí mantuvo la ventaja y en su segunda bola de partido cerró el encuentro.
En resumen un duelo emotivo y de alto nivel. Federer se coloca a un paso de la hazaña. En frente tendrá una dura prueba ante un rival que también pasa por un momento sublime. Marin Cilic
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