Era una victoria tan necesaria como merecida. David Ferrer logró este
martes poner rumbo a la segunda ronda de Wimbledon, después de superar
al favorito No. 22 y dos veces semifinalista del torneo Richard Gasquet
por 6-3, 6-4, 5-7, 6-2 en dos horas y 54 minutos. “Sabía que al no ir
como cabeza de serie, me podía pasar, pero me lo planteé con el día a
día, trabajando e intentando mejorar”, advierte el español sobre cómo
encaró su debut en la hierba londinense.
Adrian Dennis/AFP |
Su aterrizaje en el All England Club estaba precedido de dos duros
resultados. Tanto en el Gerry Weber Open de Halle (p. con Robin Haase)
como en el Antalya Open (p. con Yuichi Sugita, que sería campeón) se
había despedido en su estreno en el tercer set. “Se me habían escapado
varios partidos en hierba en Halle y Antalya que fueron duros, porque no
estaba jugando mal. Pero eso mismo me dio confianza para saber que
podía tener opciones hoy”, reconoce el de Jávea.
El No. 39 del Emirates Ranking ATP afronta una nueva situación en su
carrera, lejos de la élite que ha sido su hábitat natural durante
prácticamente toda su trayectoria. “No quiero marcarme objetivos, ni
pensar en el ranking, sólo en el día a día. Me encuentro bien
tenísticamente y por eso sigo intentándolo y cada día en los
entrenamientos me siento bien”.
“Es cierto que las derrotas duelen cuando son partidos ajustados pero
también sabía que estoy compitiendo este año. Vuelvo a tener ganas de
competir”, valora a sus 35 años en esta nueva etapa de su carrera. “Es
una situación difícil cuando eres joven, pero cuando tienes mi edad y
has conseguido todo lo que he conseguido a lo largo de mi carrera
tenística, me intento relajar un poco y encontrar otra manera”.
Pero lo cierto es que Ferrer cumplió este martes 12 años consecutivos
superando, al menos, la primera ronda de todos los Grand Slam en los
que se ha presentado. “Es un dato. Soy un jugador muy regular”, explica
el alicantino, que perdió por última vez en un estreno en un grande
precisamente en Wimbledon 2005 ante su compatriota Guillermo García
López. “Estoy feliz por ello. Ni cuando gano me creo tan bueno ni cuando
pierdo me creo el peor del mundo”.
El ex No. 3 del mundo se enfrentará en la segunda ronda con el belga
Steve Darcis, un jugador que nunca ha superado esta eliminatoria sobre
la hierba londinense pero que en 2013 fue capaz de apear a Rafael Nadal
en la ronda inaugural. “Es un jugador que corta bien la pelota, es
talentoso, juega recto… intentaré jugar con la misma intensidad y
constancia que he podido tener hoy”, apunta un Ferrer tan hambriento
como el primer día.
ATP
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