No fue una final convencional. La lluvia fue protagonista en la última ronda del Brasil Open y obligó a jugar en dos días el partido por el título, que empezó el domingo y concluyó este lunes. Una temporada más el trofeo fue a parar a la vitrina de Pablo Cuevas. Y ya van tres ediciones consecutivas. El uruguayo le tiene tomada las medidas a las pistas de tierra batida de Sao Paulo, donde encadenó su 13ª victoria seguida, la última frente a Albert Ramos Viñolas por 6-7(3), 6-4, 6-4, en tres horas.
"“Estoy feliz de conseguir el tercer título consecutivo. Fui a descansar con un set abajo y hoy también fue difícil porque hubo que esperar para jugar”, reconoció Cuevas durante la ceremonia de trofeos.
El cabeza de serie No. 3 mantiene un idilio especial, no sólo con la superficie sobre la que se ha confirmado como un especialista, sino con la gira sudamericana en arcilla. En esta época de la temporada ha levantado sus últimos cuatro trofeos, con el triplete en Sao Paulo (2015, 2016, 2017) y la pasada edición de Río de Janeiro. También conserva en su palmarés los títulos de Bastad y Umag en 2014. Todos cosechados en polvo de ladrillo.
El alto grado de confianza del español, que esta semana estrenaba su mejor posición en el Emirates Ranking ATP con el No. 24, le permitió defender con éxito las situaciones de peligro que vivió durante el set inicial, primero con 4-5 y luego con 5-6. Ramos salvó las dos amenazas en forma de oportunidades de break para Cuevas y llegó hasta el tie-break. Más sólido en el desempate y sin prácticamente cometer errores acabó adjudicándose el parcial de su lado por 7-3.
Entonces, la lluvia hizo el primer amago de detener la final, pero tras una pequeña pausa los jugadores regresaron a la pista para arrancar la segunda manga. A pesar de que Cuevas golpeó primero, firmando un break para escaparse 3-1, Ramos recuperó la distancia de inmediato para igualar 3-3. Fue el momento en el que las nubes descargaron con fuerza sobre la tierra batida de Sao Paulo para detener el duelo durante 24 horas con 40-40 y Ramos al servicio.
Al día siguiente, Cuevas arrancó con fuerza encadenando dos puntos para firmar un nuevo break y adelantarse 4-3 en el segundo set. Y, a pesar de que Ramos apretó los dientes para recuperar la ventaja de inmediato con dos opciones de quiebre a su favor, el uruguayo salvó la situación y acabó cerrando el set (6-4) con un 75% de puntos ganados con su primer saque.
Entonces empezó un nuevo partido a una sola manga. Desde el tercer juego Cuevas quiso ser agresivo y volvió a trabajar dos nuevas opciones de break, que Ramos defendió para conservar su saque (2-1). Pero sólo dos juegos después, el No. 33 del mundo convirtió su advertencia y el tercer quiebre del choque. Con su servicio consolidó la ventaja para abrir una brecha en el marcador 4-2.
El uruguayo fue capaz de superar a su rival y a sus números con el servicio, terminando con 12 dobles faltas y un 51% con segundo saque. Aún así, no volvió a conceder un break y cerró su tercer título consecutivo en Sao Paulo por 6-4 en el set definitivo.
Por su parte, Ramos Viñolas se quedó a las puertas del segundo trofeo de su carrera y de reemplazar a Rafael Nadal en el palmarés del torneo, último español en conquistar Sao Paulo hace cuatro temporadas.
ATP
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