En el torneo femenino, ninguna jugadora en activo ha ganado más coronas de Flushing Meadows que la actual número uno del mundo, Serena Williams.
Seis pergaminos de campeona del US Open, los últimos tres de forma consecutiva, y 21 títulos de Gran Slam, confieren a Serena la misma dimensión mitológica que Roger Federer.
El último de los cuatro torneos mayores tendrá para Williams el doble reto de defender su corona del pasado año y convertirse en la primera mujer en ganar los cuatro grandes en una misma temporada desde que la alemana Steffi Graff lo hiciera en 1988.
Serena figura en la misma parte de la llave con su gran rival, la rusa Maria Sharapova, a quien podría encontrar en las semifinales.
Empero, Sharapova -monarca de Flushing Meadows en 2006-, no juega desde que fue eliminada en Wimbledon este año.
A la fiesta de la féminas también se suman las exmonarcas Venus Williamas, Svetlana Kuznetsova y Samantha Stosur, además de jugadoras de una nueva y pujante generación liderada por las checas Petra Kvitova y Lucie Safarova, la rumana Simona Halep y la danesa Caroline Wozniacki, finalista de 2014 y 2009.
Serena, que lleva un paso impresionante este año tras ganar las coronas de los Abiertos de Australia, Roland Garros y Wimbledon, tendrá de principal rival en Nueva York a su temperamento exaltado, que le provoca rabietas en plena cancha, algunas de ellas que forman parte del anecdotario de los US Open.
Agencia AFP
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