Toda una prueba de temperatura. Eso superó Rafael Nadal en los cuartos de final del Monte-Carlo Rolex Masters para derrotar por 6-4, 5-7, 6-2 a David Ferrer en dos horas y 44 minutos. En el Masters 1000 monegasco, donde se proclamó campeón en ocho ocasiones, el balear tomó impulso porque logró su primera victoria ante un tenista Top-10 desde que conquistara Roland Garros el pasado mes de junio y respondió a la derrota sufrida a manos del alicantino en esta misma ronda durante la edición de 2014.
"Una victoria como ésta ayuda me ayuda en términos de confianza, de fortaleza física, de mentalidad. Fui capaz de hacer eso a menudo durante los últimos dos años. Es la línea a seguir para volver donde quiero. Hoy jugué de la forma que quiero jugar" dijo Nadal.
El balear, tercer cabeza de serie, vuelve a dejar huella en Montecarlo llegando a semifinales, una ronda alcanzada en 10 de sus 12 participaciones previa en el torneo.
No tardó el mallorquín en golpear primero para construir una brecha imposible de cerrar. Nadal estuvo realmente activo desde la devolución, ganando el 47% de los puntos al servicio de Ferrer durante el primer set. Su efectividad ante las oportunidades, materializando dos de las tres opciones de rotura generadas, le hizo levantar una renta amplia (5-2) para colocar a David contra las cuerdas. El alicantino respondió reduciendo distancias al recuperar uno de los quiebres, pero terminó entregando un set donde cometió hasta 18 errores no forzados.
Las imprecisiones siguieron en la raqueta de Ferrer, que entregó el primer juego del segundo set tras cometer dos dobles faltas consecutivas. Con viento a favor, Nadal tomó velocidad, castigó el segundo servicio de Ferrer -ganó David el 36% de los puntos con este golpe- y tardó apenas unos minutos en volver a controlar la manga con dos roturas de ventaja (3-0). Reaccionó de nuevo Ferrer, esta vez para recuperar todo el terreno perdido, igualar la contienda ya con el agua al cuello, rompiendo el saque de Nadal al restar para mantenerse en Montecarlo (5-5) y enlazando cuatro juego para llevar el partido al set definitivo.
Una respuesta inmediata ofreció Nadal, volviendo a romper el servicio de Ferrer en el primer juego y confirmando una ventaja desde el inicio del set (2-0). La capacidad de lucha del alicantino volvió a aparecer, y llegó a disfrutar de una opción de quiebre (3-2 30-40) para haber igualado el parcial e incluso amenazó nuevamente el saque de Nadal cuando éste sacó para ganar el partido (0-30). Finalmente, el mallorquín enlazó los últimos tres juegos para sellar la victoria.
“Sin lugar a dudas, este torneo ha sido el mejor desde el principio para mí en cuestión de concentración y nervios” reconoció tras batir a Ferrer, invirtiendo el desenlace del encuentro de 2014. “No jugué con la intranquilidad con la que venía compitiendo en torneos previos. He notado que en los puntos importantes fui capaz de jugar de la manera en que yo quería”.
De esta manera Nadal amplía su dominio en el enfrentamiento directo ante Ferrer hasta el 23-6 en el FedEx ATP Head to Head, un cruce particular dominado claramente por el mallorquín sobre pistas de tierra batida (19-2).
En las semifinales Rafael Nadal se medirá a Novak Djokovic, que superó por 6-0 6-3 a Marin Cilic, octavo cabeza de serie en Montecarlo. "Mañana no soy favorito, es obvio" declaró el español. "Espero dar lo mejor de mí, pelear por cada pelota. Confío en estar recuperado físicamente porque no estoy acostumbrado a jugar a este nivel de tenis y a esta intensidad durante tres horas en un partido duro. Sé que será un enorme desafío, pero no tengo nada que perder".
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