Novak Djokovic estaba perdido, contra la lona, con el orgullo herido. Un set y un quiebre abajo, la mirada y la raqueta contra el suelo. Todo indicaba que el Miami Open presented by Itaú se quedaba sin favorito No. 1 y campeón defensor, pero Alexandr Dolgopolov no pudo mantenerse en la cima cuando ganaba 7-6, 4-1 y se despidió de Crandon Park con la frustración de haber estado tan cerca de la hazaña.
El número uno del Emirates ATP Rankings se encontró con un rival fantástico y con la peor versión de sí mismo. Se vio desdibujado, tímido atacando, molesto por las bolas que su rival ganaba con la ayuda de la net y advertido por el juez por tardarse más de 25 segundos al sacar y por golpear la raqueta.
Parecía que le negaban de tajo la oportunidad de convertirse en el primer jugador en la historia en ganar por tres años los torneos de Indian Wells y Miami, tras los conseguidos en 2011 y 2014. Parecía que el ucraniano reproducía la circunstancia del BNP Paribas Open 2014, donde superó a Rafael Nadal, máximo favorito al título y campeón defensor.
Pero después de perder el primer set con 12 errores no forzados y apenas un 57% de efectividad en su primer saque, Djokovic decidió cambiar de actitud cuando perdía 4-1 en el segundo set. Comenzó a devolver sin mayor elocuencia y simplemente le endosó la responsabilidad a Dolgopolov, que sucumbió ante la presión.
A partir del 1-4 en el segundo parcial, Djokovic impidió que su irregularidad siguiera siendo la fuente de inspiración de Dolgopolov. Y el ucraniano no pudo reponerse de ese golpe. Incluso terminó el segundo set con más puntos ganadores (14 contra 7 de Djokovic) y con más oportunidades de quiebre. Pero el serbio fue más inteligente y efectivo, pues ganó el servicio de su rival en las dos veces que tuvo oportunidad.
El tercer set fue simplemente un trámite, porque sicológicamente, Djokovic ya había ganado el partido, por eso empezó ese parcial quedándose con 11 puntos consecutivos. En total, el ucraniano apenas ganó tres de 27 puntos en este set. En parte por un dolor en una de sus piernas, en parte también por resignación. 6-7(3), 7-5, 6-0 fue el resultado final después de una hora y 58 minutos.
Djokovic superó el jaque y ahora tendrá que enfrentarse en cuartos de final ante David Ferrer, contra el que lleva una racha de siete victorias consecutivas. 18 veces se han enfrentado y 13-5 lidera la serie el serbio, que este lunes completó 140 semanas como número uno del mundo.
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