ROTTERDAM -- De menor a mayor fue el camino de Stan Wawrinka en Rotterdam. El suizo reaccionó a tiempo ante Tomas Berdych, lo venció por 4-6, 6-3 y 6-4, y se quedó con el ATP 500 de Rotterdam, torneo que se jugó sobre canchas duras bajo techo.
Dos horas y un minuto de juego le demandó al helvético adueñarse de la final en un juego muy parejo, pero en el que aprovechó cada bache de su rival.
Paridad absoluta en el arranque, hasta que el último campeón del torneo ratificó el nivel mostrado en toda la semana: un quiebre en el séptimo game desniveló el choque para encaminarse a quedarse con el primer parcial 6-4, a fuerza de tiros profundos y de altísima precisión.
Ya en el segundo, fue la ductilidad y efectividad del revés de Wawrinka el que desniveló la balanza. Esto, sumado a un par de errores no forzados del checo, hicieron que el suizo quebrara para ponerse 5-3. Berdych, además, pagó el hecho de jugar en este parcial apenas el 38% de los puntos con su primer servicio.
En el definitivo, otros errores de Berdych y una dosis de mala suerte con la faja hicieron que Wawrinka quebrara en el arranque para servir 1-0. La situación se acentuó más tarde cuando el helvético siguió marcando diferencias con el revés para ponerse 4-1 y saque. Luego de ceder el servicio, Wawrinka tuvo una chance para cerrar el match con el saque de su rival pero debió esperar a su turno.
De esta manera, Wawrinka sumó su noveno título a nivel ATP, y segundo del año (tras Chennai en el prólogo de la temporada) mientras que el checo buscaba su 11º título en lo que fue la 26ª definición de su carrera.
Además, sigue siendo el más ganador del año, con 12 victorias y apenas una derrota, exhibiendo una regularidad bien distinta a la de 2014 donde se consagró en Australia y en MonteCarlo con un bache bien pronunciado en el medio.
ESPN
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