Con 32 años e ilusiones renovadas. Así afronta David Ferrer su decimoquinta temporada en el ATP World Tour antes de debutar en el Qatar ExxonMobil Open de Doha, donde es el cuarto cabeza de serie, para continuar en el Heineken Open de Auckland, que ha ganado cuatro veces (2007, 2011, 2012, 2013) y aterrizar en Melbourne para disputar el Abierto de Australia desde el próximo 19 de enero. El número 10 mundial, que ha añadido al ex jugador Francisco Fogues a su equipo como entrenador y ha realizado cambios en el cordaje de su raqueta, se prepara para un año en el que intentará mantenerse entre los mejores tenistas del planeta.
“Estoy contento de volver a estar en Doha. Yo siempre voy poco a poco, no tengo muchas expectativas al respecto. Intento pensar en mi primer partido, que será ante un tenista de la fase previa, y hacerlo lo mejor posible. Poder ganar. Estoy feliz y tranquilo para esta temporada. Todo empieza ahora”, cuenta David Ferrer a es.atpworldtour.com.
El alicantino acudió como reserva a las Finales Barclays ATP World Tour de Londres el pasado mes de noviembre. Allí, donde jugó un partido (sustituyó a Milos Raonic en su último encuentro del round robin en el Grupo B como consecuencia de una lesión en el muslo del canadiense y se midió a Kei Nishikori), aprovechó para entrenarse con los mejores jugadores del planeta y empezar a plantear algunos de los cambios que fortaleció durante la pretemporada y pondrá en acción en durante el nuevo año.
“La pretemporada ha ido muy bien con Francisco Fogués”, cuenta Ferrer sobre la preparación que ha llevado a cabo con su nuevo técnico y el resto de su equipo. “Nos conocíamos desde hace muchísimos años, tenemos confianza mutua y he estado bastante tiempo en casa. Cancelé bastantes exhibiciones para preparar bien la pretemporada y estar con él, con Rafa García, con mi hermano y con mi preparador físico, que es Miguel Maeso”.
Precisamente el físico ha sido uno de los aspectos en los que el español más ha insistido. Durante diciembre, Ferrer se entrenó con frecuencia en la playa, con y sin la raqueta en la mano, para trabajar sus movimientos dentro de la pista con un objetivo claro: mejorar la coordinación y evolucionar su juego para ser más competitivo.
“He hecho mucho más trabajo de coordinación. He trabajado en la playa el tema anaeróbico para intentar fortalecer más las piernas. Y he hecho más pesas en las piernas que otros años anteriores”, explica el número 10 mundial, que busca moverse mejor, correr menos para evitar el alto desgaste físico de la competición y mejorar los apoyos, fundamentales en la época actual.
Además, para ello ha introducido una modificación en su raqueta. “Cambié el cordaje en la raqueta para jugar con un híbrido y que la bola saliera un poco más. A final de año ya lo estuve probando y en 2015 jugaré con un cordaje mixto”, explica sobre sus nuevas cuerdas, que son distintas y se mezclan en las posiciones verticales y horizontales en las que van colocadas buscando más profundidad en sus tiros, intentando evitar ser dominado en los intercambios y dar un paso adelante, ser más agresivo y mandar en los peloteos.
Con los deberes cumplidos tras unas semanas de intenso trabajo, Ferrer se prepara para 2015 y todos los retos que tiene por delante. Para empezar, aplicar la mentalidad que le ha llevado a lo más alto: pensar sólo en el siguiente partido.
ATP
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