SANTO DOMINGO (R. Dominicana)- Estar como espectador en un torneo Futures es para Víctor Estrella como volver al pasado. Tiempos difíciles en donde con menos de 20 años dejaba esfuerzos en las canchas tratando de acumular los puntos en los campeonatos organizados por la Federación Internacional de Tenis para dar el salto al ranking de la ATP.
Sacrificios, necesidades, limitaciones, lesiones. De todo pasó Víctor para ser hoy el mejor tenista dominicano de la historia. No fue un trayecto fácil, pero el trabajo suele premiar, y en el 2014, a sus 33 años, edad en donde muchos tenistas están en las puertas del retiro, tuvo su mejor año tras lograr ubicarse dentro de los mejores 100 jugadores del mundo (65 tras el US Open), jugar tres de los cuatro torneos de Grand Slam, avanzar hasta la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos, ganar el Challenger de Pereira en Colombia, y repetir la medalla de oro en los Centroamericanos y del Caribe.
Hoy es el 78 del mundo, con entrada directa al Abierto Australiano, único torneo grande que le resta por jugar. Pero Estrella entiende que de haber tenido la asesoría adecuada en sus años como jugador juvenil, su potencial máximo lo hubiese alcanzado mucho más joven: “En aquellos tiempos no tenía un patrón a seguir. Era muy joven y no contaba con los conocimientos suficientes de cómo se maneja el mundo del tenis profesional, los patrocinadores que se necesitan, todo lo que hay que jugar para ir acumulando puntos para subir en el ranking. No fue hasta los 26 años cuando decidí dar el salto para intentar ser un jugador de alto nivel”.
Para la nueva generación de tenistas dominicanos todo será mucho más fácil. Víctor Estrella les ha mostrado el camino a José Hernández, José Olivares y Roberto Cid. Ellos ya saben los pasos adecuados para encarrilar sus respectivas carreras como jugadores. Estrella se ha encargado de colocar en el mapa mundial el tenis dominicano, por lo que es mucho más fácil en estos tiempos encontrar patrocinadores locales que aporten parte de los gastos que supone cumplir con los calendarios que establecen la ITF y la ATP, los cuales son muy costosos.
“Al principio todo fue muy difícil. No tenía patrocinadores ni los recursos. Quizás todo eso retrasó mi progresión en el tenis. Ahora las cosas han salido bien, al punto que quiero entrar a los mejores 50 en el 2015”, afirmó.
El 2015 será un año complicado para Estrella, según sus propias palabras. Tendrá que defender los puntos acumulados en este 2014, un año más viejo y contra jugadores mucho más jóvenes que vienen subiendo en el ranking mundial. Pero Estrella está acostumbrado a los retos, y por eso ya inicio los entrenamientos para el Abierto Australiano que inicia la tercera semana de enero.
Raul Bretón
7dias.com.do
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