Hace tres meses, cuando se coronó en el US Open, frente a su amiga danesa Caroline Wozniacki, Serena igualó nada menos que los 18 Majors de Martina Navratilova y Chris Evert. Eso ya fue todo un hito en su carrera.
"Yo realmente no creía que pudiera llegar alguna vez al 18º. Nunca me hubiera imaginado que iba a ser mencionada a la par de Evert o Navratilova, porque yo era sólo una niña con un sueño, con una raqueta en la mano", cuenta la estadounidense.
Hasta ahora, Serena obtuvo 64 coronas en el circuito WTA en singles, incluidos sus 18 Grand Slam, gracias a sus seis victorias en el US Open, cinco en Wimbledon y en el Abierto de Australia y dos en Roland Garros. Además, viene de lograr por quinta vez el Masters final.
"Definitivamente, no pensé que iba a ganar un Grand Slam este año. Es más, me dije: 'Estoy lista para comenzar el próximo año ya'. Pero las cosas se medieron bárbaro en Nueva York, justo ante mi público", recuerda la líder del ranking mundial, consciente de que no venía muy bien. Pero sacó a relucir otra vez su gran determinación, potencia y calidad.
La propia Serena sabe que igualar la mejor marca de la era moderna, los 22 grandes torneos que se adjudicó la alemana Steffi Graf, será complicado. Ella va paso a paso en su mente: "Yo ya estoy pensando en ganar mi 19º Grand Slam. Voy de a poco, sin apurarme", afirma.
A la vez, la Nº1 dice que quiere retirarse "en mi pico de rendimiento", aunque ni por casualidad piensa ahora en eso, porque su meta es escribir otra página de gloria. "No sé cuál puede ser el próximo. Necesito estar en gran forma, concentrada, para poder sumar más", asegura. Por actitud y nivel, hay que seguirla de cerca. Quizás 2015 le da otra gran alegría.
ESPN
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